La Catedral de Toledo devuelve el color y la vida a sus tesoros musicales del siglo XVIII

Entre ese patrimonio instrumental destacan once órganos, diez de ellos en funcionamiento y de los cuales siete se utilizan en las Batallas de Órganos enmarcadas en el Festival de Música 'El Greco'

La Catedral de Toledo guarda un patrimonio instrumental «inigualable» que requiere una mimada conservación, como tres órganos de principios del siglo XVIII en los que se ha comenzado a realizar un minucioso trabajo de limpieza para recuperar su riqueza cromática, «opacada» por el paso del tiempo.

Lo han explicado a EFE durante los trabajos de limpieza y conservación, que se están llevando a cabo en la Capilla de los Reyes del templo primado, el director artístico del Festival de Música ‘El Greco’, Juan José Montero, y el restaurador Raúl Encinar, quienes aseguran que la Catedral conserva instrumentos «muy valiosos» que se están recuperando «de una manera muy respetuosa» con la historia de cada uno de ellos.

Entre ese patrimonio instrumental destacan once órganos, diez de ellos en funcionamiento y de los cuales siete se utilizan en las Batallas de Órganos enmarcadas en el Festival de Música ‘El Greco’: cuatro son órganos de tribuna (del Emperador, Berdalonga, Echevarría y del Sagrario) y tres son realejos (órganos portátiles y diseñados para la procesión del Corpus), que datan de principios del siglo XVIII.

Foto: EFE/ Ismael Herrero

Todos ellos requieren unas labores de mantenimiento «constante» para evitar su deterioro por factores como el polvo, la humedad, el frío o el «fuerte» calor que hace en España, por lo que se intenta preservarlos «para no acelerar su envejecimiento», indica Montero, quien relata que cada año se va dando un paso más en ese proceso de conservación.

En concreto, el año pasado se añadió el sistema de remos para usarlos como antiguamente, cuando no había electricidad, y este año es el turno del mueble de uno de los órganos realejos, en el que se está trabajando para descubrir su policromía original y al que, posteriormente, seguirán los dos restantes.

Una actuación dividida en tres fases

La actuación se divide en tres fases, que incluyen limpieza, sentado del color o fijación de la policromía y aplicación de un barniz final de naturaleza similar al original para proteger la pieza, de tal manera que pueda seguir utilizándose.

Una minuciosa labor que llevan a cabo las manos expertas de Encinar, quien señala que se está procediendo a «una limpieza físicoquímica» y a «la eliminación de los barnices y repintes de la superficie», con lo que se pretende recuperar «toda su riqueza cromática» y pasar del tono marrón actual, a los rojos, naranjas, dorados, blancos y verdes.

Foto: EFE/ Ismael Herrero

Añade que este tipo de decoraciones típicas del barroco se denominan marmolizados -porque tratan de imitar las estructuras de mármol- y que, en este caso, el barniz utilizado sobre los colores es «antiguo» y, por tanto, «más fácil» de retirar que los barnices actuales», con lo que, hasta el momento, su eliminación está resultando «bastante sencilla».

Foto: EFE/ Ismael Herrero

Cuenta que la tarea comenzó a mediados de septiembre con «las primeras pruebas de solubilidad y de idoneidad de disolventes», a partir de las cuales se decide «el grado de intervención» sobre la pieza a tratar.

XII edición de las Batallas de Órganos

La previsión es que los trabajos estén concluidos para la XII edición de las Batallas de Órganos, que se desarrollarán el 8, 15 y 22 de noviembre, a las 20:00 horas, con la participación de los mejores organistas del panorama internacional.

Este año la principal novedad es que habrá una temática diferente en cada uno de los conciertos. De esta forma, la primera batalla recordará Las Navas de Tolosa, la segunda recreará el Diluvio Universal y las peripecias de Noé para construir el Arca tal y como se describe en el Génesis y el último concierto se dedicará a la Batalla de las Campanas.

Unas batallas que el director artístico del Festival de Música ‘El Greco’ define como «únicas» por dos motivos: el «inigualable» patrimonio instrumental con el que cuenta el templo primado, ya que no hay «ninguna catedral en el mundo» que tenga siete órganos para tocar en un concierto; y el «diálogo» con los organistas, que van «perfilando» sus necesidades para que haya «armonización» con el instrumento.

Foto: EFE/ Ismael Herrero

Montero recuerda que, a punto de cumplir las 30 batallas, el objetivo sigue siendo «la interacción con el público», al que mueven sus ganas de compartir «patrimonio y música» en la Catedral de Toledo, que dispone de un aforo de 950 personas para este espectáculo y que suele tener «un lleno casi absoluto».

La celebración de esta nueva edición será, además, la antesala del programa musical del VIII centenario del inicio de la construcción de la Catedral y también forma parte de la programación cultural de la candidatura de Toledo a Capital Europea de la Cultura en el año 2031. 

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