Tan solo dos vueltas al ruedo en las casi tres horas y media de anodino festejo abrió la edición 2025 del certamen Alfarero de Oro de Villaseca de la Sagra, en un desafío de ganaderías toledanas de poco lustre.
El certamen de novilladas con picadores Alfarero de Oro se ha convertido en los últimos años en uno de los de mayor importancia de los varios que se celebran en España -puede que el que más-, fundamentalmente en el mes de septiembre, y con esta novillada monstruo el serial toledano conmemoraba su vigésimo quinto aniversario, además de la primera de sus novilladas de la edición 2025.
El que abrió plaza recibió dos puyazos y tuvo calidad a raudales, además de la fuerza justa y cierta sosería. Ante él Jesús Ángel Olivas, que lo recibió a porta gayola, anduvo correcto aunque sin lograr encender los ánimos. Renqueó en el primer tercio el quinto, de Sánchez de León, alto de cruz y enclasado, con el que Olivas no acertó a entenderse para conectar con los tendidos. En el octavo, lidiado por Jesús Ángel Olivas por cogida de David Campos, un alicaído Olivas tampoco logró acople con las nobles y sosas acometidas del de Brígida Díaz Guerra.
El de Sagrario Moreno lidiado en segundo lugar tuvo presencia de toro y, tras moverse sin demasiado celo inicialmente, mejoró su condición en el último tercio, aunque punteando la muleta manejada con pulcritud por un Villita que no conectó con los tendidos. El sexto, de La Olivilla, se paró casi por completo muy pronto, y apenas nada pudo sacar de él Villita.
David Campos, ante un irregular utrero de Alfredo Ruano, evidenció falta de oficio aunque se mostró dispuesto, dejando algún chispazo de gusto, resultando volteado y con un puntazo en el gemelo izquierdo. De no fallar con la espada, manejada con la mano izquierda, habría podido pasear algún trofeo. Pasó a la enfermería tras dar una vuelta al ruedo y no pudo salir a estoquear su segundo novillo.
El impetuoso cuarto bis, de Víctor Huertas, permitió a Pedro Luis lancear con ritmo a la verónica y, más tarde, plantear una faena firme, encajada y expresiva, sobre todo al natural. El peruano lidió el séptimo de la tarde al modificarse el orden de lidia por la baja de David Campos, y Pedro Luis animó un tanto el ambiente atacando al de Víctor Huertas que embistió sin entrega saliendo con la cara alta. Lo apioló a la segunda y se le pidió una oreja que no se concedió.
FICHA: Plaza de toros de Villaseca de la Sagra (Toledo). Novillada monstruo con picadores conmemorativa del 25 aniversario del Alfarero de Oro. Desafío de ganaderías toledanas. Más de tres cuartos de entrada.
Se lidiaron, por este orden, novillos de Piedraescrita, Sagrario Moreno, Herederos de Alfredo Ruano, Víctor Huertas, Hermanos Sánchez de León, La Olivilla, Víctor Huertas y Brígida Díaz Guerra.
Primero con clase y falto de fuerza. Segundo manejable. Tercero de embestidas irregulares. Cuarto impetuoso. Bueno el quinto. Muy parado el sexto. Manejables aunque sosos séptimo y octavo.
Jesús Ángel Olivas (de grana y oro): estocada entera desprendida (palmas); estocada entera caída (silencio con aviso); más de media despedida (silencio en el que estoqueó por David Campos).
Villita (de azul marino y oro): estocada entera arriba y descabello (silencio tras aviso); cinco pinchazos y descabello (silencio tras aviso).
David Campos (de verde hoja y plata): pinchazo y dos descabellos (vuelta al ruedo) en el único que estoqueó.
Pedro Luis (de azul pavo y oro): media estocada entera arriba y descabello (ovación tras aviso); pinchazo y estocada entera arriba (vuelta tras petición).
Jesús Aguado se desmonteró tras banderillear al segundo, al igual que Tomás López en el quinto.