El Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, dependiente del Gobierno de Castilla-La Mancha, continúa reforzando su compromiso con la innovación terapéutica y la excelencia en la atención a las personas con lesión medular, así como su apuesta por la investigación de calidad.
Así lo ha podido comprobar hoy el director gerente del SESCAM, Alberto Jara, durante la visita que ha realizado para conocer nuevos proyectos relacionados con dos de los aspectos claves de la misión del Hospital Nacional de Parapléjicos: la rehabilitación integral del paciente con lesión medular y la investigación en el campo de las neurociencias.
El primero de los proyectos lleva el nombre de ‘Sal de la camilla’ y lo desarrolla el servicio de Fisioterapia. Se trata de una iniciativa que apuesta por nuevas dinámicas terapéuticas para mejorar la funcionalidad de las personas con lesión medular.

Con este proyecto se pretende ampliar y optimizar la actividad realizada, sumándolo a las sesiones individuales de fisioterapia, mejorar la capacidad física (cardiorrespiratoria, fuerza, coordinación y equilibrio) de los pacientes y facilitar la transición desde la fase aguda hacia la vida en comunidad, favoreciendo un estilo de vida activo.
Asimismo, pretende concienciar a los pacientes de la importancia de la actividad física y el ejercicio y ser puente de unión entre la fisioterapia y la actividad física y el deporte, integrando en el programa rehabilitador del paciente la participación en las actividades deportivas que ofrece el hospital.
“‘Sal de la camilla’ responde a una necesidad creciente de ampliar y diversificar los métodos de rehabilitación, incorporando un enfoque más dinámico y personalizado”, ha señalado el gerente del SESCAM, quien ha explicado que para la puesta en marcha de este proyecto se ha recuperado un espacio diáfano y versátil, que se ha denominado ‘Espacio MOVE’ -acrónimo de Movimiento, Oportunidad, Vida y Ejercicio, como símbolo de dinamismo y salud-, situado junto al polideportivo ‘Estrella de los Mares’, el cual permite realizar terapias grupales y entrenamientos funcionales con un enfoque diferente al tratamiento convencional en camilla.
En este nuevo ‘Espacio MOVE’ los pacientes que han superado la fase más aguda de la lesión y que ya han alcanzado cierta independencia reciben una terapia más intensiva y enfocada a mejorar sus capacidades físicas.
En dicha sala se llevan a cabo programas de tratamiento, tanto individuales como en grupo, basados en ejercicio terapéutico. De ese modo, la sala de fisioterapia general (gimnasio), se dedicará al tratamiento en la fase inicial, de forma individualizada, trabajando la destreza motora, la movilidad, los autocuidados, las transferencias y la reeducación de la marcha.
Además del uso de material ya disponible (balones, gomas, pesas), el proyecto contempla la incorporación progresiva del equipamiento más avanzado del mercado, incluyendo dispositivos adaptados que favorecen el entrenamiento de fuerza y la capacidad aeróbica en personas con movilidad reducida.
El director gerente del SESCAM ha destacado la apuesta del Hospital Nacional de Parapléjicos por incorporar más oportunidades terapéuticas para mejorar la autonomía y la calidad de vida de las personas con lesión medular.
Asimismo, ha destacado la orientación hacia el trabajo grupal, una modalidad terapéutica que, además de fomentar la socialización y el apoyo mutuo, permite que un solo fisioterapeuta supervise a varios pacientes a la vez, aumentando la frecuencia y la eficiencia del tratamiento.
Nuevo equipamiento de apoyo a la investigación
La segunda parte de la visita ha sido para conocer un nuevo equipamiento con el que se ha dotado a la Unidad de Vesículas Extracelulares, uno de los servicios de apoyo a la investigación con los que cuenta el Hospital Nacional de Parapléjicos.
Con la adquisición de este equipo, un ExoView R100, el Hospital Nacional de Parapléjicos se convierte en el único centro de la región con capacidad para llevar a cabo análisis de vesículas extracelulares con esta tecnología de vanguardia, lo que supondrá un importante impulso para proyectos de investigación biomédica de alto impacto, tanto a nivel nacional, como internacional.
Esta nueva tecnología refuerza la oferta de servicios de la Unidad de Vesículas Extracelulares, que ya incluye el aislamiento y caracterización de VEs mediante citometría de flujo, western-blot y análisis proteómico.
Esta herramienta abre nuevas posibilidades para acercar la investigación biomédica a la clínica, permitiendo la monitorización de enfermedades y el desarrollo de nuevas terapias.
Con la puesta en marcha de este nuevo equipo, la Unidad ha dado un paso decisivo en el ámbito de la medicina personalizada al abrir la posibilidad de utilizar esta detección rápida de vesículas extracelulares a partir de un fluido y sin necesidad de aislamiento previo, como un método no invasivo para conseguir un diagnóstico temprano o predecir una respuesta eficaz, o no, a un determinado tratamiento.