La Biblioteca de Castilla-La Mancha, ubicada en el Alcázar de Toledo, celebra este lunes los 25 años desde su creación, una efeméride a la que llega con unos 48.000 usuarios y unos fondos bibliográficos que alcanzan las 650.000 publicaciones.
La directora de la Biblioteca de Castilla-La Mancha, María Dolores Cristóbal, ha repasado, en declaraciones a EFE, la trayectoria de la institución que dirige y que este lunes entrega once distintivos como «Socios de Honor» a instituciones, colectivos y personalidades vinculadas con la sociedad y la cultura de la región y relacionadas con la institución académica.
En concreto, los once premiados son Julián Aceña Díaz, Juan Manuel de la Cruz Muñoz, María Teresa González Marín, Paloma Raso Notario, ‘Binomio fantástico: biblioteca pública y biblioteca escolar’, Castilla-La Mancha Media, Conservatorio ‘Jacinto Guerrero’, Fedeto, Fundación Sociosanitaria de Castilla-La Mancha, el Libro de los Clubes y el Club de lectura Down Toledo.
Cristóbal ha destacado que, tras un cuarto de siglo de vida, la biblioteca «está más sana que nunca y los usuarios lo reconocen viniendo todos los días», aunque ha admitido que, tras 25 años de uso, las instalaciones materiales requieren una actualización.
«Cuando la biblioteca se inauguró hace 25 años, fue un revulsivo de la vida cultural. Desde ese momento, la biblioteca ha ido evolucionando», ha asegurado Cristóbal, que ha señalado que una muestra de ese avance son los 48.000 usuarios registrados que tiene la Biblioteca de Castilla-La Mancha, que supone más de la mitad de la población de Toledo ciudad.
Sin embargo, ha subrayado que gracias al trabajo en red que se ha instalado en las bibliotecas de la región, esta institución bibliotecaria tiene más de 800.000 usuarios potenciales.
La directora de la Biblioteca de Castilla-La Mancha ha resaltado, asimismo, que la institución se ha ido adaptando a los nuevos tiempos y ha señalado que uno de los nuevos servicios que ha tenido más éxito es el préstamo de libros electrónicos.
Con todo, ha señalado que a pesar de la evolución de las nuevas tecnologías y de que «hoy en día se piensa que todo el mundo tiene un ordenador en su casa», se mantiene el servicio de uso de ordenadores, pues aunque ya no tienen tanta demanda, «la brecha digital sigue existiendo».
En cuanto a los fondos propios de la biblioteca, ha calculado que en estos momentos cuenta con más de 650.000 publicaciones, entre las que se encuentran revistas y otro tipo de publicaciones periódicas, pero que si se cuentan solo los libros, hay más de 470.000 ejemplares.
De cara al futuro, Cristóbal se marca como reto que «una vez que se ha consolidado como servicio público, continuar trabajando para que sea útil, sostenible social y económicamente, inclusiva e igualitaria».
