La Semana Santa 2022 llegaba este domingo, 17 de abril, a su fin. Una Semana de Pasión en la que las procesiones volvían a las calles tras dos años de obligado paréntesis debido a la pandemia de COVID-19 y han dejado a su paso diversas anécdotas.
María Camacho es natural de Talavera de la Reina (Toledo) pero por tradición familiar procesiona junto a la Cofradía del Cristo de la Expiración y Nuestra Señora de la Esperanza en Linares (Jaén). La historia de esta médico talaverana mientras procesionaba por las calles de Linares se ha hecho viral. “Por petición popular y aunque la historia no da mucho más de sí, procedo a contar cómo acabé gritando: ‘Soy médico’, vestida de penitente”, escribía María en su cuenta de Twitter, y es que no dudó en atender vestida de penitente a un hombre que sufrió un golpe de calor mientras veía la procesión.
Retomaba esta tradición familiar en Semana Santa
De este modo relataba que como cada Semana Santa había acudido a su cita con el Cristo de la Expiración y Nuestra Señora de la Esperanza en Linares y explicaba que “para los que no lo conozcáis, es una ciudad, aunque mis amigos o llamen pueblo de Jaén”. Además aseguraba que en esta localidad andaluza es “donde se toman las mejores tapas del mundo, huele a olivo todo el año y a partir del 15 de abril hay 30 grados”, y añadía que toda su familia es de este municipio.
Subrayaba la protagonista de esta historia que la Semana Santa en Linares “es una auténtica pasada”, y no dudaba en mostrar un fragmento de una numerosa banda de cabecera que explicaba es la encargada de anunciar con su música el inicio de la procesión. Orgullosa de la Semana Santa de Linares indicaba María Camacho que “desde hace unos 14 años soy hermana de la Cofradía del Cristo de la Expiración y Nuestra Señora de la Esperanza”. En concreto detallaba que ambas imágenes protagonizan un encuentro en el que “los horquilleros suben corriendo a la Virgen y el Cristo se alza con las manos”.
Una tradición familiar que esta médico de Talavera comparte con sus hermanas y primos y que han podido retomar este 2022 después de cuatro años sin poder hacerlo debido a la pandemia y a las inclemencias meteorológicas. Concretamente la procesión en la que participa María Camacho junto a su familia cuenta con un recorrido cercano a las 8 horas de duración que este año en un día soleado y con altas temperaturas.

Esta médico de Talavera asistía a un hombre en mitad de una procesión
“Llevábamos una hora procesionando, pasamos por una calle al sol y vi a un hombre sentado en el suelo”, relataba en Twitter María Camacho. Así detectó que el hombre estaba especialmente pálido “y a su alrededor había un círculo de personas de pie mirándole de reojo y una revista medio doblada que le daba un aire relativo estando bajo el sol”, manifestaba. Todo ocurría sobre las 15:30 horas con una temperatura que rozaba los 30 grados de máxima y en mitad de una gran revuelo.
Bajo su capuz de la Cofradía del Cristo de la Expiración y Nuestra Señora de la Esperanza, María fijó su mirada en la situación y pudo ver cómo alguien de la procesión indicó a quienes estaban junto al afectado que lo tumbaran para tratar de que se recuperara lo antes posible. “Entré en lucha interna porque se supone que procesionanado no se debe saber quién eres”, explicaba a través de Twitter, añadía que “vas haciendo penitencia”, pero recordó que también en ese instante de penitencia “seguía siendo médico y tenía el deber de intervenir”.
Así que esta médico de Talavera decidió acercarse al capataz para explicarle la situación e indicarle que era sanitaria y se salió de la procesión “con un: ‘Soy médico’”, ante la sorpresa de la gente que estaba presenciando el momento. “Con la túnica por el suelo, la capa volando y el gorro aún puesto dije de tumbarlo y subirle las piernas y empecé a hablar con él”, relataba la talaverana y bromeaba indicando que el afectado “me miraba en plan: ‘Debo estar delirando porque un penitente pe está haciendo una anamnesis”.
Pese al susto, la rápida intervención de esta médico interno residente natural de Talavera supuso que al afectado se recompusiera en un breve lapso de tiempo. “En cuestión de tres minutos el señor esta como nuevo, justo cuando la procesión se ponía en marcha”, recordaba y añadía que “me despedí de él y me dispuse a seguir con otras seis horas de procesión”.
La historia de esta médico de Talavera se ha hecho viral
La peculiar forma de contar esta anécdota con ciertos toques de humor ha hecho que la historia que protagonizaba María Camacho se haya vuelto viral. En concreto, el hilo que abría en su perfil de Twitter @_MIRypoppins para compartir esta historia con sus seguidores acumula más de 2.150 retweets y 16.700 me gusta.