La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha condenado a dos años y medio de prisión al guardia civil de Almadén (Ciudad Real) por un delito de descubrimiento y revelación de secretos y otro de falsedad documental, tras la operación «Cinabrio» llevada a cabo por Asuntos Internos de la Benemérita.
La sentencia de la Sección Primera de la Audiencia Provincial, a la que ha tenido acceso EFE, ha impuesto la pena a este agente que fue considerado culpable de esos dos delitos por un jurado popular, que, por el contrario, le absolvió del delito continuado de cohecho y de otro de los delitos de descubrimiento y revelación de secretos, y por tanto del carácter continuado de este delito.
A tenor de la decisión del tribunal del jurado, el magistrado de la sala también ha tenido en cuenta a la hora de imponer la pena la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas, en el caso de ambos delitos por los que ha sido condenado el agente.
La sentencia considera probado que el acusado, agente de la Guardia Civil desde el 4 de mayo de 1987, con destino en el Puesto de Almadén desde el 1 de agosto de 1998, por razón de su cargo, tuvo acceso a la base de datos SIGO (Sistema Integrado de Gestión Operativa, Análisis y Seguridad Ciudadana), revelando datos de la matrícula de un coche a su cuñado.
También considera probado que el agente firmó un pliego de descargo a la multa de un conocido, dos hechos puntuales, no continuados, por lo que ha sido finalmente condenado.