Castilla-La Mancha tiene historia, una historia que se ve reflejada en muchos casos en auténticos museos al aire libre que invitan a descubrir a aquellos antepasados que habitaron estas tierras. Reflejo de ello en la provincia de Ciudad Real es el Yacimiento del Cerro de las Cabezas de Valdepeñas, que presenta una secuencia cronológica que abarca desde el siglo VIII-VII a.C. (Bronce final) siendo abandonado en el siglo III-II a.C.
Se trata de un ‘oppidum’ ibérico de 14 hectáreas rodeado por una muralla como parte de su sistema defensivo, a ocho kilómetros de Valdepeñas, a 850 metros de altitud, junto a un amplio meandro del río Jabalón.
Punto de referencia de la cultura ibérica
El Yacimiento del Cerro de las Cabezas se ha convertido en un punto de referencia de la cultura ibérica debido a la monumentalidad de sus sistemas defensivos, la excelente conservación de sus restos y por ser una de las pocas ciudades ibéricas conservadas íntegramente.
“La primera ocupación del Cerro de las Cabezas se inicia entre los siglos VIII y VII a.C y es abandonado a finales del s.III a.C. o comienzos del II a.C. y ya no es ocupado por nadie más”, al contrario que otros yacimientos como ocurre en Alarcos, señala a InfoCLM Julián Vélez, director del Yacimiento Arqueológico del Cerro de las Cabezas, “aquí tenemos una ciudad ibérica que se abandona y que cuando nos ponemos a excavar la encontramos íntegra, tal cual estaba en el siglo III-II a.C.”, ejemplo de ello son los 1.600 metros de muralla que rodea la ciudad y su entramado urbano.
“Tiene un entramado urbano pensado perfectamente para ir creando a base de manzanas y zonas de viviendas distintos barrios, de viviendas, de fábricas (de cerámicas, de construcción de materiales para la agricultura…)”, una ciudad perfectamente organizada “restaurada, consolidada y puesta a disposición del público para pasear por sus calles”, unas calles que incide Vélez por las que da la sensación que estás en el s.III a.C.; «a pesar de que las viviendas se derrumbaron puesto que estaban hechas de barro y tapial, los techos eran de arcillas y ramas vegetales. Es fácil identificar una vivienda y eso es lo que nos vamos a encontrar en la poca zona que hemos excavado”. Y es que subraya Vélez que de las 14 hectáreas que conforman el yacimiento no llevan algo más de una hectárea y pico excavada, “si continuamos hacia arriba tenemos más muralla, más zona de vivienda, la acrópolis o la zona donde se supone que estaba la élite política, la élite sacerdotal”.
Excavaciones arqueológicas en el Yacimiento del Cerro de las Cabezas
Tras las campañas de excavación y restauración que ha vivido el Yacimiento del Cerro de las Cabezas se puede contemplar el urbanismo, las estructuras defensivas, zonas de producción y de culto. Sus estructuras arquitectónicas y sus abundantes materiales arqueológicos, entre los que destacan las cerámicas, metales, marfil, o terracotas, permiten conocer la vida, las costumbres e incluso las creencias religiosas poniendo al descubierto una pequeña parte de la ciudad ibérica. Para ello, se ha contado, desde un primer momento, entre otras instituciones, con el apoyo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y del Ayuntamiento de Valdepeñas.
Las primeras excavaciones arqueológicas se realizaron en el año 1984 “cuando prácticamente comenzaron muchas excavaciones en la provincia de Ciudad Real, como Alarcos o Sisapo, que en ese momento puso en marcha la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y una de ellas era el Cerro de las Cabezas”, detalla Julián Vélez. En este yacimiento se realizaron en un principio “pequeñas catas” y todo lo que aparecía “nos parecía interesante”, subraya Vélez que “se realizaron con alumnos del instituto Bernardo de Balbuena de Valdepeñas y una profesora, así como el Ayuntamiento que puso la herramienta. A partir de esas catas ha venido todo lo demás”.
En el año 1987 las campañas de excavación se intensificaron, e incluso la obra de la Autovía Madrid-Cádiz modificaba su trazado inicial con el fin de preservar los restos arqueológicos del yacimiento. A raíz de ello se lleva a cabo una labor de investigación y difusión de este gran ‘oppidum’ ibérico, se desarrollan campañas de trabajos arqueológicos que se complementan con labores de consolidación y conservación de las estructuras y estratos exhumados. La construcción de la actual autovía de Andalucía “pasaba justo por el yacimiento e iba a destruir unos 20.000 metros cuadrados del mismo”, por lo que incide Vélez que hubo que hacer una campaña de excavación “enorme en la que se abrieron 4-5.000 metros cuadrados y salió muchísimo material, mostrándonos la potencialidad que tenía el yacimiento. En ese momento tuvimos que aplicar la ley de Patrimonio que permitió que, aunque por aquel entonces no tenía la declaración de Bien de Interés Cultural, se preservara lo que allí apareció y se hizo cambiar el trazado que tenía la autovía, aunque una pequeña parte quedó por debajo”. A partir de 1995 se reiniciaron las excavaciones hasta la actualidad, “ahora mismo hay excavados unos 14.000 metros cuadrados, de los 140.000 que tiene el yacimiento, unas 14 hectáreas de extensión”, subraya el director del yacimiento.
El Yacimiento del Cerro de las Cabezas de Valdepeñas fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica el 21 de abril de 1998, “una forma de proteger el yacimiento y sus alrededores para que no se vieran afectados por otras actividades, tales como agrícolas o la construcción de carreteras”, a partir de ese año refleja Vélez se empezaron a construir con los proyectos de las antiguas escuelas taller “las actuales instalaciones, convirtiéndose en una zona en la que se puede trabajar, se puede investigar. Se está terminando un albergue que acogerá cursos de verano, cursos de las universidades -de la Universidad Autónoma de Madrid, de la Universidad de Castilla-La Mancha e incluso de otras- contarán con un albergue para tener cercana la residencia y poder trabajar tranquilamente e investigar en el yacimiento”.
La construcción del centro de interpretación, inaugurado en 2003, complementa al yacimiento dotándole de unas infraestructuras acordes para la disposición del público. “A lo largo de estos años se han construido una serie de instalaciones para abrirlo al público. Se compraron los terrenos. Se compró el yacimiento, el Ayuntamiento de Valdepeñas luego lo cedió a la Junta de Comunidades e incluso al lado del yacimiento se compraron otras dos hectáreas y allí se construyó una zona de jardines que alberga cuatro naves principales, un parking, almacenes, zonas de lavado y almacenamiento de la cerámica, clases para las actividades de los colegios, y un auténtico centro de interpretación en el que al visitante le mostramos y le explicamos lo que va a encontrar en el yacimiento”, explica el director del mismo, que alberga a lo largo de sus siete salas, una amplia visión de lo que supuso el Cerro de las Cabezas dentro del territorio de la antigua Oretania. El Medio Natural, La Arqueología Científica, la Casa del Alfarero, la Arquitectura Monumental, el Rito de la Muerte, la Arqueología y la Informática, son gajos de una misma visión, en la que utilizando maquetas a escala 1:1 (de algunas viviendas de las zonas de murallas e incluso se recrea una necrópolis), así como a través de medios informáticos, fotografía, sistemas audiovisuales, etc., el visitante podrá comprender los significados y valores de la Ciudad Ibérica del Cerro de las Cabezas.
Actualmente los trabajos que se llevan a cabo en el yacimiento se centran sobre todo en la restauración y consolidación de estructuras. Los planes de empleo auspiciados por el Ayuntamiento, así como los proyectos de investigación que promociona la Junta de Comunidades, han permitido avanzar en la puesta en valor de las zonas ya excavadas, gracias al mantenimiento, la restauración y la consolidación de la estructuras e incluso propiciando la ampliación del recorrido para los visitantes. “Hay que tener en cuenta que estas estructuras están al aire libre y los cambios bruscos de temperatura afectan mucho a una construcción pobre, a una construcción basada en el barro, por lo que hay que hacer un mantenimiento continuo. Ahora tenemos tres planes de empleo, uno haciendo trabajos medioambientales en el yacimiento y los alrededores; y otro de mantenimiento y de conservación de estructuras que se han visto afectadas por la climatología o por el paso de los años; a su vez también las universidades como la Autónoma de Madrid o la de Castilla-La Mancha realizan sus trabajos”.
Como restos más destacados, se encuentran dos santuarios, uno de entrada, de clara influencia del mundo fenicio y púnico, y otro de connotaciones indoeuropeas; varios almacenes comunitarios, hornos de pan y alfareros; y un sistema defensivo con una extensión de 1.600 metros lineales, torres y bastiones cada 35 metros. Todavía queda mucho por descubrir, así indica Vélez que en el trabajo de la propia ciudad “hay que ver que lo que tenemos, las zonas intermedias y las zonas altas, hay que localizar los cementerios porque en cinco siglos que permaneció este yacimiento ocupado seguramente tenga varios cementerios o necrópolis en torno a la ciudad y que por lo pronto no han dado la cara”, lo que supone un elemento fundamental para el estudio y conocimiento de la cultura ibérica.
Séptimo Parque Arqueológico de Castilla-La Mancha
Con el Cerro de las Cabezas, la Red de Parques Arqueológicos de Castilla-La Mancha contará con siete parques, formando parte de la misma Recópolis, en Zorita (Guadalajara); Alarcos, en Poblete (Ciudad Real); Carranque, en la misma localidad (Toledo); El Tolmo de Minateda, en Hellín (Albacete); Segóbriga, en Saelices (Cuenca) y Libisosa, en Lezuza (Albacete) este último declarado Parque Arqueológico en octubre del año pasado.
El Consejo de Gobierno tomaba conocimiento del expediente de incoación para declarar el Cerro de las Cabezas de Valdepeñas como séptimo Parque Arqueológico de Castilla-La Mancha. La incoación del expediente implica que se reconocerá la protección patrimonial de toda el área, que incluye la delimitación propuesta para este Parque Arqueológico, determinaba la Junta.
A partir de la Ley de 2001 de Parques Arqueológicos en Castilla-La Mancha “veíamos que el yacimiento cumplía muchos requisitos que la ley nos exige: tener un centro de recepción, de visitantes, como es el centro de interpretación; tener instalaciones apropiadas para la investigación y desarrollo de actividades lúdicas en el propio yacimiento, ser un foco cultural dentro del área valdepeñera” y es que no solo son los valdepeñeros los que disfrutan del yacimiento, muchos de sus visitantes acuden desde Jaén, Granada, Albacete o Toledo, entre otras localizaciones; convirtiéndose en un punto de atracción turística. Así, “el Ayuntamiento de Valdepeñas decidió dar el paso y solicitar la declaración de Parque Arqueológico”, subraya Vélez que después de cumplir una serie de trámites e incoado el expediente “tarde o temprano conseguirá la declaración de Parque Arqueológico lo que facilitará desarrollar nuevas actividades, tener más personal trabajando y se convierta realmente en un centro cultural y dinámico de la zona, porque no solo afecta al yacimiento lo hace a un entorno de unas 600 hectáreas que son las que se van a proteger mediante la declaración de Parque Arqueológico y dentro de ellas hay alrededor de 15 yacimientos, a parte del Cerro de las Cabezas, de todas las etapas. Yacimientos que merece la pena que se excaven, se investiguen y formen parte del conjunto del Cerro de las Cabezas”, así subraya el director del yacimiento que “vamos a tener un conglomerado de yacimientos importantes de otras culturas que van a convertirlo en un gran punto cultural”.
Un yacimiento ibérico, el Cerro de las Cabezas, por el que han pasado alrededor de unos 150.000 visitantes reales gracias a la excelente conservación de sus restos y a que cuenta con una posición envidiable, al lado de la autovía IV Madrid-Cádiz km. 208, que facilita el acceso a aquellos que quieren descubrir una parte muy importante de nuestra historia. ¿La descubres?.
