Un proyecto en el que llevan trabajando desde 2017 y que estará a media hora de Madrid.
El pleno municipal de Alovera (Guadalajara) ha aprobado la adjudicación y concesión del uso de unos terrenos de titularidad pública durante 40 años para la construcción y gestión de un parque de ocio acuático por parte del grupo empresarial de Félix Abánades López, proyecto personal en el que viene trabajando desde 2017.
El desarrollo de este complejo, conocido como Alovera Beach y situado a tan solo 30 minutos de Madrid, supondrá una inversión de más de 20 millones de euros y la creación de más de 140 empleos directos. El inicio de las obras está previsto para finales de 2025, estando prevista la apertura parcial del parque al público para la primavera de 2027, ha informado Alovera Beach en un comunicado.
El proyecto contempla la construcción de un parque de ocio con una superficie total de más de 104.000 metros cuadrados, con una zona navegable y otra apta para el baño; que estará rodeada de una playa de 16.000 metros cuadrados de arena blanca. Además, el espacio contará con una amplia oferta de restauración, atracciones acuáticas para todas las edades, actividades deportivas y eventos, incluyendo un Beach Club ibicenco.
La sostenibilidad es uno de los pilares de esta actuación, que integrará la tecnología patentada por Crystal Lagoons, líder mundial en el desarrollo de lagunas cristalinas con más de 1.000 proyectos en 60 países, como por ejemplo Egipto y Emiratos Árabes, en pleno desierto, con láminas de agua en algún caso de más de 300.000 metros de superficie, con unas condiciones climáticas extremas y manteniendo un mínimo consumo de agua.
El parque dispondrá de una tecnología de bajo impacto ambiental, que destaca por su bajo consumo de agua, al operar a través de un circuito cerrado, reemplazando sólo la cantidad que se pierde por evaporación.
En comparación, una laguna de estas características consume un 60% menos de agua que una zona verde del mismo tamaño. A esto se suma un sistema de desinfección por pulsos que disminuye hasta 100 veces el uso de productos químicos frente a las piscinas tradicionales, lo que reduce los costes operativos y la huella ambiental.
En materia energética, este tipo de lagunas sólo requieren de entre un 1,4% y un 2,2% de la electricidad que consume una piscina convencional del mismo tamaño, dato certificado por el organismo internacional Bureau Veritas.
A su vez, su cercanía a Madrid y las excelentes comunicaciones permitirán convertir al parque de ocio en una alternativa para miles de personas, que están dispuestas a desplazarse cientos de kilómetros para poder disfrutar de una experiencia de playa, teniendo un efecto muy considerable en la reducción de emisiones de CO2.