La decena de vecinos de Peñalba de la Sierra y Cabida, pedanía del Cardoso de la Sierra, en Guadalajara, que han sido desalojados este viernes de forma preventiva por su proximidad al incendio del Pico del Lobo, se encuentran tranquilos y se han realojado sin necesidad de recursos externos.
El alcalde de El Cardoso de la Sierra, Rafael Hera, ha señalado a EFE que en Cabida «no viven ahora vecinos, si acaso suben el fin de semana cinco o seis», mientras que en Peñalba se han ido «salvo uno de los tres ganaderos, que ha dicho que se quedaba con el ganado» y «creo que se lo han autorizado mientras esté localizado», ha agregado.
La consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, ya apuntaba esta mañana a la existencia de tres ganaderos en la zona, de los pocos que quedan en la Sierra de Guadalajara, con los que se ha comunicado para que estuvieran localizados ante cualquier medida preventiva.
Hera ha asegurado que los vecinos de la zona son «gente muy curtida» y que esto no les da miedo, ya que «antes apagábamos este tipo de incendios».
En cuanto a la repercusión medioambiental, ha dicho que, si bien el campo siempre se regenera, será cuando esté apagado el fuego cuando tengan que valorar el daño en esta zona de singular interés natural.