La despoblación avanza con paso firme en numerosas zonas rurales de la provincia de Guadalajara, dejando atrás pueblos casi vacíos, donde las calles pierden vida y las escuelas cierran por falta de niños.
Sin embargo, en medio de este panorama desolador, hay municipios que se resisten a desaparecer. Uno de ellos es Albares, una pequeña localidad que se ha sumado a una iniciativa destinada a atraer nuevos vecinos y revitalizar su tejido social y económico.
Se trata de ‘Vente a vivir a un pueblo’, una plataforma online que busca atraer a personas que residen en grandes ciudades hacia las zonas rurales, informado de oportunidades de empleo, vivienda o transporte disponible. En una página web recoge todas las localidades del país que están inscritas en el programa para encontrar nuevos vecinos.
Sobre Albares (Guadalajara)
Albares, un pequeño y acogedor municipio de la provincia de Guadalajara, está situado en un enclave estratégico. Dotado de numerosos servicios, permite desarrollar un proyecto de vida completo a aquellos que estén deseando residir en un pueblo.
Este municipio cuenta con poco más de 600 habitantes y se encuentra a una hora y cuarto de Madrid. Según informa ‘Vente a vivir a un pueblo’, dispone de farmacia, colegio, instalaciones deportivas y culturales, tiendas de alimentación, estanco, cajero, residencia de mayores, centro de día, bares, restaurantes y servicio de autobús.
En concreto, hay dos autobuses diarios a Madrid y uno a Guadalajara capital, ubicada a 45 kilómetros.
Alquileres por 200 euros
En cuanto a las ofertas laborales, Albares ofrece oportunidades en empresas locales (sector agrícola y ganadero, pequeño comercio, talleres o empresas de construcción). Además, cuenta con 4G y fibra óptica para quienes prefieran teletrabajar.
Respecto a la vivienda, hay oferta privada en venta (desde 37.000 euros) y alquiler (desde 200 euros). Además, el Ayuntamiento ofrece subvenciones a familias.
A pesar de los desafíos, este pueblo de Guadalajara se presenta como una oportunidad para quienes buscan una vida más tranquila sin renunciar a servicios esenciales, actividades culturales y opciones de ocio.