El 15 de marzo de 1982, Ciudad Real inauguraba el museo provincial más joven de España. El edificio, ubicado junto a los Jardines del Prado, comenzó sus obras en 1976 para que, años más tarde, la ciudad castellano-manchega pudiera dar la bienvenida a este espacio museístico realizado por el arquitecto Carlos Luca de Tena y Alvear. Un lugar especial que ha guardado la historia de la Arqueología y las Bellas Artes más imponentes de la provincia.
“Es una exposición modesta, donde hemos querido mostrar en varias vitrinas qué es lo que pudo ver la gente hace cuarenta años”, explica el director del museo a infoCLM, Ignacio de la Torre, quien añade que durante sus primeros años y antes de la inauguración “su primer director, Rafael García Serrano, se dedicó a recolectar el patrimonio” y que, desde el año 1975 a 1982, Ciudad Real “tuvo una intensa actividad con conferencias en la Casa de la Cultura y otros espacios como el Banco Santander”.
Tras la apertura del museo, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha recibió las transferencias en materia de Cultura y aprovechó la oportunidad para abrir una etapa en la historia de arqueología de la provincia con la puesta en marcha de excavaciones y planes de empleo.
Museo rodeado de cultura en Ciudad Real
Rodeado de cultura en la capital ciudadrealeña, con la Casa de Hernán Pérez del Pulgar, el Conservatorio Municipal de Música la Casa de Cultura, y en un entorno dominado por la Catedral, el museo es un espacio de cinco plantas, con exposiciones temporales y permanentes, una biblioteca y un laboratorio de restauración.
Con motivo de su cuadragésimo cumpleaños, alberga una instalación con piezas de la época en la zona de Patrimonio Oculto donde se exponen novedades y efemérides distribuidas en varias vitrinas. En la primera planta, los visitantes pueden viajar en el tiempo a través de fotografías tomadas durante la propia construcción del edificio o del solar donde se construyó y que años atrás también sostuvo la Academia General de Enseñanza de Ciudad Real (creada en 1895).
En esta exposición, explica el director que se han vuelto a exhibir obras para celebrar el aniversario y que se han presentado materiales del mundo ibérico, romanos y medievales, “encontrados en superficie porque aún no se habían iniciado excavaciones”. Además, hay vídeos con imágenes de su apertura, donde se puede ver al primer director recibiendo a la que fue ministra de Cultura entonces, Soledad Becerril. Estos recuerdos están acompañados de documentos históricos como la primera guía del museo, un cómic para niños o la guía oficial del Ministerio de Cultura del 83.
Colecciones en el Museo provincial de Ciudad Real
Cuenta su director actual, en conversaciones con infoCLM, cómo el museo “hizo acopio de una colección de arqueología de la Casa de la Cultura con elementos casuales y que su primer director consiguió que fueran al museo”, que también acoge piezas de coleccionistas de los años 70 donadas durante sus años de creación. También explica que, ya que hasta el año 1986 no hubo Ley de Patrimonio, “el coleccionismo no estaba regulado por lo que estos eruditos entregaron las piezas al museo”.
Este coleccionismo, propio de los siglos XIX y XX, tuvo su época dorada en otros museos del país, que “llevaban años de ventaja”, algo que “no ocurrió en Ciudad Real, cuyo museo es más joven”.
Otra de las novedades con motivo del aniversario ha sido la colocación del logo del museo de 1982 en 40 piezas de la exposición permanente y en nuevas piezas extraídas de las excavaciones financiadas por la Junta. Estas piezas se encuentran en el vestíbulo del museo, donde también hay cerámicas de la Edad de Bronce, epígrafes romanos o cerámicas ibéricas de la Motilla de los Palacios “que ya se había excavado al inicio de los 80” y algunas piezas romanas encontradas de finales de los 70. “No había un sitio donde entregarlos hasta que hubo museo y se hicieron las gestiones para que aparecieran en las vitrinas”, comenta.
De la Torre destaca, además, que durante la pandemia trabajaron en el escaneado 3D de su patrimonio “gracias a un convenio de la Junta con la fundación Global Digital Heritage (GDH), que trabaja desde el mes de junio de 2020 para digitalizar la colección. A pesar de ello, el director asegura que “seguimos con este trabajo de incorporación de nuevas tecnologías y novedades del museo para presentarlas a la sociedad”.
Piezas de excavaciones
Así mismo, en la primera planta, dedicada a las ciencias naturales, una reconstrucción de un gran esqueleto de mastodonte fosilizado da la bienvenida a la sala diáfana, donde se exponen también fósiles de plantas y animales del período Carbonífero, insectos, piezas que prueban la presencia del Islam en la provincia o un sarcófago de piedra caliza encontrado en Malagón.
Muchas de las piezas extraídas en las excavaciones están guardadas en el almacén, donde las cajas de materiales “se cuentan por miles” y donde “hay de todo”, desde semillas, muestras de tierra o fragmentos de cerámica. El museo, que solo expone alrededor del 6% de las piezas que conserva, tuvo que ser remodelado y de nuevo abierto en 1995. No fue hasta 2008 que se mejoró el sistema eléctrico y de climatización para volver a abrir sus puertas en 2013, año en el que la Sección de Bellas Artes se trasladó al Convento de La Merced. Gracias a esta ampliación, “se ha multiplicado el espacio expositivo” con la colección de pintura barroca y la de arte contemporáneo de la Junta que antes “se veía en un pequeño espacio” del museo, “ahora dedicado a exposiciones temporales que últimamente se han dedicado a la metalurgia, al vino o a la actual exposición sobre la caza”.
Las piezas y muestras recogidas también sirven como objeto de estudio para arqueólogos e investigadores, que realizan estudios de ADN de animales o seres humanos para cuestiones genéticas, entre otras cosas. Además, el museo sirve como sede de atención a investigadores de varias universidades que visitan sus instalaciones para hacer estudios para sus trabajos de fin de carrera o máster. De la Torre explica que “ese material se almacena, a veces se expone o sirve como objeto de investigación”.
Una alabarda única en Castilla-La Mancha
Entre sus piezas más prominentes destaca una alabarda de 4.000 años de historia, una pieza única en la región, de la Edad de Bronce, que se sitúa entre las pocas que se han encontrado en Europa. Todavía no se ha incorporado a la exposición “porque hemos mejorado la instalación de la sección de arqueología medieval durante el confinamiento y la idea es seguir avanzando e incorporando nuevas piezas que entran en el museo”.
Esta antigüedad procede de las excavaciones realizadas en la Motilla del Retamar, Argamasilla de Alba, donde hubo varias campañas de excavaciones entre 1984 y 1991 y que se retomaron en 2019.
La alabarda fue la primera arma fabricada para defender la motilla y su pozo de agua. En la actualidad, la alabarda, de cobre arsenicado, se encuentra en un importante nivel de corrosión por sulfuros que atacan la pieza, un proceso natural consecuencia de haber estado en un entorno húmedo.
Asimismo, informa de que renovarán la sección del mundo ibérico. “Ahora mismo se están realizando excavaciones en necrópolis ibéricas con materiales de gran interés”, explica mientras destaca que “se excava y entra mucho material en el museo, no podemos ser estáticos”.
Con la mirada puesta en “recuperar la normalidad”, continuarán con el trabajo en exposiciones temporales y otras gestiones como la del depósito judicial o la atención a investigadores para poder dar a conocer el patrimonio de la provincia.
