La delegada de la Junta en Cuenca, Marian López, ha visitado la localidad de Cañamares para conocer de primera mano los trabajos selvícolas de prevención de incendios forestales que se han llevado a cabo este año en el paraje conocido como ‘El Barco’, una zona de especial sensibilidad al tratarse de un área de interfaz urbano-forestal, con una inversión de algo más de 62.000 euros.
Este tipo de zonas, donde se mezclan viviendas y masa forestal, requieren actuaciones específicas y planificadas para reducir el riesgo de incendios y minimizar sus posibles consecuencias sobre las personas, las edificaciones y el entorno natural. En este sentido, los tratamientos realizados han permitido adecuar la densidad del arbolado y reducir de forma significativa la vegetación de matorral, creando así una franja de protección que actúa como barrera natural frente a posibles incendios.
“Estos trabajos son fundamentales para garantizar la seguridad de los vecinos y visitantes, y proteger un entorno natural de gran valor ecológico, pero también social y económico”, ha subrayado la delegada, quien ha estado acompañada por el delegado provincial de Desarrollo Sostenible, José Ignacio Nicolás; el jefe del Servicio de Incendios, Félix Mateo; el delegado provincial de Geacam, Eduardo Mena; y el coordinador de los agentes medioambientales de la comarca de Priego, Norberto Sanz.
En este sentido, ha recordado que, en el último año, el Gobierno regional ha invertido alrededor de 10 millones de euros en la realización de trabajos selvícolas en más 2.000 hectáreas de monte de la provincia de Cuenca para prevenir los incendios forestales.
Los trabajos en Cañamares han sido ejecutados por los bomberos forestales de la empresa pública Geacam, bajo la supervisión de los agentes medioambientales y la dirección técnica de ingenieros de la Delegación Provincial de Desarrollo Sostenible. Las labores realizadas han incluido clareos y claras del arbolado, poda de ramas bajas, retirada y apilado de los restos vegetales y su posterior eliminación mediante quemas controladas en montones, todo ello con anterioridad al periodo de máximo riesgo de incendios.
Además de las viviendas cercanas, esta actuación contribuye a proteger un espacio muy frecuentado durante el verano: el área recreativa de ‘El Barco’, un conocido punto de baño del río Escabas que recibe cada año a numerosos visitantes.
“Debido a la afluencia masiva de personas en época estival y la cercanía de edificaciones, los agentes medioambientales detectaron la necesidad de intervenir en esta zona a modo preventivo, pues esa prevención es la mejor herramienta que tenemos para evitar que un incendio tenga consecuencias devastadoras”, ha detallado López.