La Guardia Civil ha investigado al dueño de una finca ubica en Iniesta (Cuenca), a su mujer y al encargado de la explotación, por haber extraído de forma ilegal 1.658.344,32 metros cúbicos de agua en tres años de un acuífero subterráneo en mal estado.
Estas tres personas han sido investigadas por los presuntos delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente, defraudación de fluido eléctrico y usurpación, en el desarrollo de la operación ‘Melin’, que ha llevado a cabo la Guardia Civil con la colaboración de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), ha informado este sábado en una nota de prensa el instituto armado.
Se sospecha que los investigados soterraron las infraestructuras de riego necesarias, y manipularon o inactivaron los contadores volumétricos instalados en los pozos para camuflar las extracciones, según se ha determinado en el desarrollo de la operación, que ha permitido descubrir que la empresa tenía la titularidad catastral de más de 400 hectáreas, repartidas en 66 parcelas agrícolas.
La Guardia Civil ha explicado que el pasado mes de enero se inició una primera ronda de inspecciones en las fincas y se comprobó que, a pesar de que se había soterrado la mayor parte de las tuberías encargadas del riego, al menos en la mitad de las parcelas de la empresa, de viñedos, pistachos y almendros, se hallaron grifos, canalizaciones y otras infraestructuras de riego, que parecían evidenciar una posible captación de agua.
También se observaron 14 casetas con características constructivas similares y con sondeos o pozos anexos a ellas.
Tras solicitar un informe de la CHJ se determinó la situación de ilegalidad de estas captaciones desde el 11 de febrero de 2023, el Plan Hidrológico del Júcar en atención a la afección negativa para la masa que de los mismos se pudiera derivar, prohibió expresamente construir nuevos pozos en ese acuífero.
Los guardias civiles realizaron una nueva ronda de vigilancias para determinar si los dispositivos de riego y los pozos estaban operativos.
De esta forma se detectaron goteos de agua procedentes de los grifos y de canalizaciones con llaves de paso conectadas mediante cableados a un dispositivo que permitía accionar las válvulas hidráulicas, la presencia de tierra mojada en las inmediaciones de dichas infraestructuras o llaves de paso de los que dimanaba agua.
Posteriormente, en un dispositivo organizado el pasado mes de agosto se efectuaron 14 entradas y registros en los inmuebles donde se habían detectado los pozos, y se comprobó tanto la operatividad de los sondeos como la superficie de terreno que con el agua extraída se pudiera estar regando.
Una vez analizada toda la información y los informes técnicos de la Confederación del Júcar, la Guardia Civil ha estimado que se ha extraído 1.658.344 metros de agua en los últimos tres años, y que el valor del daño al dominio público hidráulico acumulado durante este mismo periodo, supone una importante cantidad monetaria.
La operación Melin ha sido llevada a cabo por agentes del Seprona y por agentes de los puestos de San Clemente, Huete, Cardenete, Villalba de la Sierra y componentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana de Cuenca junto con personal de la Confederación Hidrográfica del Júcar.
La investigación ha sido dirigida por el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Cuenca.
