Baldosas levantadas, escaleras que se deshacen y otros males que sufre el barrio de Casablanca de Cuenca

El edificio en ruinas de la calle Diego Jiménez es otro de los problemas que se eternizan en este barrio conquense

En el barrio de Casablanca es difícil dar un paso sin encontrarse con baldosas levantadas, escaleras que se deshacen, edificios en ruinas, grietas en muros… Como ocurre en otras zonas de la capital, la falta de mantenimiento y los años han deteriorado el entorno de esta parte de Cuenca.

Mari Carmen Checa, presidenta de la asociación de vecinos de Casablanca, señala, en primer lugar, la situación de ruina de un edificio de la calle Diego Jiménez que se está prolongando durante años. «Es la vergüenza del barrio, está quemada, que la tiren o que la rehabiliten, pero que hagan algo», solicita la presidenta vecinal.

En la Plaza Santa Ana, centro neurálgico del barrio, han presentado algunas ideas a los presupuestos participativos de Cuenca que se resumen en una idea principal: «Hay que arreglar la plaza situada en la Avenida Virgen de las Angustias, lleva 46 años que no se ha tocado para nada y necesita un arreglo en condiciones». Checa confía en las posibilidades de que alguna de estas iniciativas sea elegida, aunque en un barrio con una población envejecida como este es más complicado fomentar la participación en estos procesos modernos de participación ciudadana.

También se encuentran a la espera de una intervención las escaleras de la Plaza de Inocencio Rodríguez, que han esperado sin fortuna un arreglo durante tres legislaturas y hoy «están deshechas, ya no quedan ni escalones». Los vecinos han recogido firmas para hacer allí una rampa «para las personas mayores que van con andador o silla de ruedas».

Otro de los puntos del barrio que tienen complicaciones es el Paseo de San Antonio, donde «las baldosas están levantadas en algunos sitios  y hay unas barandas hundidas desde hace algunos años, cuando se estampó un coche». Desde aquel incidente hay unas vallas amarillas de obra que recorren casi la mitad de este largo paseo, protegiendo el lugar a la espera de unos trabajos que no se ejecutan.

Más inminente parece el arreglo de un muro agrietado que hay junto a unas escaleras del colegio Casablanca. La presidenta de los vecinos del barrio se ha reunido con el concejal responsable, Adrián Martínez, para recordarle que corre riesgo de desplomarse, como ya ocurrió con la calle Canónigos. En noviembre volverán a mantener un encuentro para que los vecinos conozcan el proyecto que ha diseñado el Consistorio para esta zona.

Las calles Álvaro de Luna y Virgen del Sagrario son otros lugares con problemas en este extenso barrio que espera que llegue dinero del Plan de Obras y Servicios de la Diputación Provincial para comenzar a solucionar algunos de los problemas de mantenimiento que sufren desde hace años.

/Jesús Huerta/

infoCLM

Periódico Digital de Castilla-La Mancha con todas las noticias de Ciudad Real, Toledo, Cuenca, Guadalajara y Albacete
Botón volver arriba