El municipio conquense de Valle de Altomira ha aprobado una nueva ordenanza de convivencia ciudadana con la que el pueblo pretende combatir los comportamientos incívicos, que se multiplican en época estival debido a la afluencia de visitantes.
«En ocasiones, algunos individuos, residentes o foráneos, manifiestan comportamientos irrespetuosos e irresponsables con el medio urbano y con el derecho de los conciudadanos que suponen un menoscabo de la calidad de vida de los vecinos, generando considerables costes de reparación a cargo de las arcas municipales o de los particulares», explica esta ordenanza que pretende disuadir de cometer actos incívicos.
Esta nueva norma establece sanciones que pueden llegar a ser de 3.000 euros para las infracciones más graves. El pueblo castigará con esta severidad, por ejemplo, a aquellas personas que intenten impedir la celebración de fiestas, desfiles, procesiones, actos religiosos y toda manifestación cívica debidamente autorizados. También merecerán el máximo castigo los daños al mobiliario urbano que superen los 5.000 euros, la resistencia a las tareas de inspección y control del Ayuntamiento, la colocación de pancartas, carteles y adhesivos en monumentos catalogados y señales de tráfico y la descarga, acopio o almacenamiento de abonos a granel o cualquier producto fitosanitario en las vías públicas.
Las infracciones consideradas como graves acarrearán una multa de 750 a 1.500 euros. Entre los hechos susceptibles de llevarse multa se incluyen el abandono de vehículos y animales, llevar a los perros sin correa, la falta de cuidado de terrazas y quioscos…
Las infracciones leves serán castigadas con un apercibimiento o, si se ha producido un daño de escasa cuantía, con una multa máxima de 750 euros, pero tendrá la consideración de grave la reiteración en dos años de dos faltas de este tipo. Dentro de este apartado se castiga, por ejemplo, no recoger los excrementos de las mascotas, las riñas y tumultos, los grafitis, la falta de limpieza de solares…
Cualquier persona del pueblo puede presentar denuncias para poner en conocimiento del Ayuntamiento la existencia de una infracción de esta ordenanza, que actualiza una normativa de convivencia que se legisló en el año 2013.
/Jesús Huerta/
