El grupo recreacionista Conca invita a turistas y conquenses a retroceder en el tiempo casi 1.000 años para adentrarse, mediante una exposición en la iglesia de San Andrés, en la moda y las costumbres de la Cuenca del siglo XII; una muestra que forma parte de la programación alternativa del Ayuntamiento de Cuenca en estas fiestas de San Mateo condicionadas todavía por la pandemia del coronavirus.

Todas las vestimentas que se exponen en esta muestra son las que Conca utiliza en su recreación de un campamento medieval durante las fiestas de san Mateo. Son reproducciones hechas al detalle entre las que se cuela, como invitada de honor, alguna pieza original, como algunas herramientas y una medalla encontrada en un resto arqueológico.

Los visitantes pueden conocer cómo vestían en el siglo XII los pastores, campesinos, peregrinos, nobles, monjes, reyes, infantes, caballeros de las órdenes militares y «los conquenses auténticos», como llama Agrimiro Saiz a los andalusíes que habitaban esta tierra cuando se produjo la conquista castellana. «La gente se sorprende, pero son los que estaban aquí», recuerda Saiz, que en la visita recuerda que en la ciudad propiamente dicha no hay vestigios que prueben que otro pueblo se asentara aquí antes de la llegada de los árabes.

Las figuras del rey Alfonso VIII y la reina Leonor de Plantagenet presiden la sala. Su vestimenta ha sido elaborada con un telar de tablillas de la época y ha sido diseñada utilizando como referencia algunos ejemplos que se conservan en el museo de las telas del monasterio de Santa María Real de Las Huelgas (Burgos), donde están enterrados los monarcas castellanos. «Allí hay un fragmento de un manto que nosotros hemos reproducido al completo; la corona es copia de la que hay en Toledo, la crispina de la que hay en Burgos, la cinta de la reina, que hizo con sus propias manos…». La mujer de Saiz es la experta en el manejo del telar del que nacen estas indumentarias artesanales.

El guía de Conca comenta que una de las cosas que más llama la atención a los visitantes es todo el apartado militar, pero también despierta mucho interés la reproducción del Privilegio Rodado, el documento más antiguo que se conserva en Cuenca, datado de 1190. Se exhiben también juegos que ya se practicaban en la época como el ajedrez, los bolos y el alquerque; utensilios de cocina y herramientas para la fundición de monedas, un trabajo que el grupo conquense suele recrear en sus campamentos medievales.
Durante la visita también se explica el origen de la bandera, porque en realidad «el rey vino a Cuenca con 22 años y entonces no había pendón de Castilla, así que usaba el estandarte de quien sentía devoción, que era la Virgen del Sagrario o Virgen de las Batallas, a la que se encomendaba». Conca ha instalado una capilla en esta muestra para explicar esta advocación.

Fue ya entrando el siglo XIII, según apunta Saiz, «cuando se empieza a asimilar el castillo con el rey» y, al final, el propio sarcófago del monarca, que también se reproduce en esta exposición, aparece ya decorado con dibujos de esta construcción, que será asimilada completamente como símbolo por los siguientes reyes castellanos.

Otro apartado interesante de la muestra son los mapas, entre ellos uno de la Cuenca medieval, en el que se puede ver cómo estaba configurada la ciudad, con dos fosos protegiendo el Castillo y uno tercero rodeando la medina que estaba situado donde hoy están los arcos del Ayuntamiento.

Se aprende mucha historia de Cuenca en esta exposición gratuita que podrá visitarse hasta el 19 de septiembre.