Jorge Martínez está construyendo, a través de fotomontajes, la Cuenca que pudo ser y no fue, ya sea porque se tomaron decisiones arquitectónicas, los proyectos quedaron en el olvido o, simplemente, no llegaron nunca a plantearse. Este ingeniero industrial que vive en Tarancón está recreando cómo serían algunos de los lugares emblemáticos de la capital conquense y las comparte para compararlos y debatir en las redes sociales sobre su estado actual.
Comenzó con esta afición cuando tenía 18 años y estaba empezando la carrera y con una asignatura «que básicamente era Photoshop, aunque se llamara de otra manera». Poco a poco fue mejorando su técnica y ha trabajado también el diseño en 3D, aunque aclara que estas imágenes que construye «son completamente amateur, las hago en mis ratos libres» y, por lo tanto, tampoco entran en la minuciosidad que requeriría, por ejemplo, reproducir una Catedral como la de Cuenca.
Martínez sí que intenta cuidar el aspecto documental de sus creaciones y está atento a la actualidad informativa para introducir estas imágenes en el foro público, «porque a mí me gusta generar debate, para qué engañarnos». Utiliza fuentes como el Plan Especial del Casco Antiguo, la obra del geógrafo Miguel Ángel Troitiño y libros antiguos de Cuenca.
Con este material, Martínez hace mediciones y plasma en cada montaje «qué hubiese pasado si hubiéramos hecho las cosas con la ambición con la que se plantearon». De los comentarios en redes sociales observa que «en Cuenca casi siempre escogemos la versión mala, nos conformamos con lo de que al menos se ha hecho algo y al final te plantan un proyecto mediocre».
Este ingeniero ha realizado trabajos como un par de fotomontajes de la Catedral en sus proyectos originales, del Puente San Pablo cuando era de piedra, las Casas Colgadas restauradas sin la balconada, Carretería con un suelo a la misma altura…
Llama mucho la atención, por ejemplo, una imagen que difundió en la que imaginaba cómo sería la Puerta de Valencia si no se hubiera derribado esa parte de la muralla. Ante la falta de datos, «lo que hice fue unir un paño con otro» y al subir la foto a las redes sociales la gente hizo sus aportaciones para poner su granito de arena a esta reconstrucción.
Una de sus más recientes creaciones es un fotomontaje de la Plaza de España, basado en un dibujo de un proyecto de hace tiempo que contemplaba «cuando se tiró el mercado antiguo, abrir un espacio más grande en la zona y levantar un edificio que, se supone, iba a ser el Ayuntamiento, trasladando el mercado a la calle San Francisco».
Jorge Martínez también trabaja a la inversa: ante la aparición de proyectos arquitectónicos en la prensa, intenta recrearlos en su ordenador para mostrarle a la gente, como aviso a navegantes, el posible resultado. Pone, por ejemplo, el montaje que hizo sobre la propuesta que se hizo de construir un ascensor adosado a una columna del Puente San Pablo. «Creo que mucha gente la vio y se dio cuenta de que iba a ser un pegote», considera el ingeniero conquense, que disfruta animando el debate público; «que no la polémica», sobre cómo deber ser Cuenca desde el punto de vista arquitectónico.
/Jesús Huertas/Fotos: Jorge Martínez/
