Un grupo de unas 40 personas completó el pasado domingo el Camino de Tierra del Girasol, un trayecto de noventa kilómetros entre las localidades de Cuenca y Uclés inspirado en los itinerarios de la Orden de Santiago.
Cinco días han tardado estos peregrinos en completar un viaje que les ha llevado por Cuenca, Jábaga, Cólliga, Villanueva de los Escuderos, Naharros, Horcajada de la Torre, Valparaíso de Abajo, Olmedilla del Campo, Carrascosa del Campo, Rozalén del Monte y Uclés. Su hoja de ruta la marcaba el libro ‘Camino de la Orden de Santiago entre Uclés y Cuenca’, de Francisco Javier Rodríguez Laguía y les ha permitido reivindicar esta Tierra del Girasol como foco de desarrollo socioeconómico de la provincia de Cuenca.

El viaje ha estado cargado de actividades con las que se ha querido demostrar al mundo las posibilidades culturales y de entretenimiento que hay en la zona. La expedición degustó vinos de la comarca, probó los chocolates de la Abadía de Jábaga, escuchó poesía, hizo yoga en Carrascosa del Campo y visitó lugares como castros íberos e iglesias románicas. El camino transcurrió entre girasoles y un calor sofocante que combatían con mucha agua y sombrillas para protegerse del sol. «Es un camino que gustará mucho a las turistas japonesas», comentaba con humor durante el trayecto Yolanda Martínez, impulsora de este Camino Tierra del Girasol y, por lo tanto, la primera que quiso dar ejemplo y participar en esta peregrinación.
La actividad la promovió la asociación Afammer y también ha servido para dar visibilidad a la mujer rural. En el tramo final del camino un grupo de asociadas se unió a la expedición para completar el recorrido ataviadas de trajes regionales. Los peregrinos llegaron a Uclés, que fue sede de la Orden de los Caballeros de Santiago, justo el día que se celebraba la festividad del Patrón de España.
«Hemos recorrido cada una de estas poblaciones, hablado con las personas del territorio y acercándoles actividades culturales que han sido realizadas por personas voluntarias», explica Martínez. «Nos hemos alojado en las casas rurales de los municipios y hemos charlado con los agentes sociales del territorio para transmitirles un mensaje: existen oportunidades en cada rincón de sus pueblos y, si todos nos unimos en un proyecto común, podremos desarrollarlas».

Por su parte, los vecinos de los pueblos han hablado a los participantes de esta expedición «de su historia, de sus tradiciones y de su patrimonio; nos han dado una gran acogida».
El Camino del Girasol puede servir de atractivo para peregrinos internacionales que quieran unir Uclés con Santiago de Compostela, «recorriendo el camino que seguía la Orden de Santiago: de Cuenca a Burgos pasando por Sigüenza, el Camino de la Lana, y de Burgos a Santiago, el Camino Francés», indica la impulsora del proyecto y coordinadora regional de la asociación Affamer. «Es una oportunidad para el desarrollo sostenible del territorio y el emprendimiento en el sector primario a través de la ecoagricultura y la ganadería», subraya Martínez, que también detecta potencial «de disfrute, rehabilitación terapéutica y cuidados personales como el yoga o la natación».
La promoción de este camino de inspiración santiaguista impulsaría también la rehabilitación del patrimonio «y el mantenimiento de los servicios básicos de la comunidad local, ya que los emprendedores de la zona pueden diversificar sus modelos de negocio, con servicios online, para ampliar su abanico de clientes».

Es también, desde su punto de vista, «una oportunidad de mejorar la atención a personas mayores en una población envejecida como la que tenemos en los pueblos» y, sobre todo, «una oportunidad de llenar de nuevos pobladores y vida los largos once meses del año en los que los pueblos quedan desiertos».
«Estoy muy satisfecha de este camino que hemos emprendido y que, estoy segura, nos llevará a conseguir que, todos juntos, revitalicemos nuestros pueblos», proclama Martínez con optimismo.
/Jesús Huerta/ Fotos: Tierra del Girasol/