El Instituto Geológico y Minero de España ha detectado durante su reconocimiento a la zona del derrumbamiento de la calle Canónigos que existe una grieta en la parte del muro que aún sigue en pie y avisa de que el inmediato refuerzo de los materiales de relleno debería tener prioridad antes de realizar cualquier otro tipo de actuaciones constructivas. Además, subraya que es importante la realización de un estudio geotécnico previo a las obras de reconstrucción.
El informe, elaborado por tres técnicos del IGM el día 14 de mayo, dos días después del suceso y con ayuda de un dron para obtener perspectivas aéreas, confirma que la rotura se debió a un problema de patología constructiva y afectó «única y exclusivamente» a elementos construidos por el hombre: el muro de mampostería y sus materiales de relleno, las tuberías y sus elementos de drenaje.

Las imágenes del informe indican que existen «signos claros de circulación de agua a lo largo del relleno y de socavación en la parte inferior del pavimento» coincidiendo con la traza de dos tuberías enterradas señaladas con flechas rojas en la foto que ilustra este artículo. El informe apunta, como ya había adelantado el Ayuntamiento, que la rotura no ha afectado al macizo rocoso sobre el que se asientan las Casas Colgadas y la Catedral de Cuenca.
A petición de los técnicos del Ayuntamiento y de la Junta de Comunidades, realizó una inspección del interior de una bóveda situada en la zona desprendida y allí se observa una grieta abierta en los restos de la estructura que aún continúa adosada al talud y que debería ser saneada.
La recomendación del instituto es que que se realice un detallado análisis patológico de los daños en el muro y que cualquier proyecto u obra de reconstrucción del camino de acceso «tenga en cuenta las características resistentes, deformabilidad y capacidad portante, del material del coluvión sobre el que se asentará» e insiste en que se precisará un estudio geotécnico.
/Jesús Huerta/
