Uno de los pueblos más bonitos de España está en Ciudad Real, según National Geographic: «Maravilla en miniatura»

España está llena de pueblos con encanto, y muchos de ellos se encuentran en entornos rurales que conservan su esencia histórica, cultural y natural. Son pequeñas joyas repartidas por todo el territorio que, pese a su tamaño, guardan un enorme valor patrimonial.

En este contexto, National Geographic ha elaborado su última lista con los 100 pueblos más bonitos del país, una selección que considera «imprescindible» para los amantes de las escapadas con alma.

Según a revista, estos lugares destacan por su riqueza paisajística, su arquitectura tradicional y su capacidad para mantener vivas sus raíces. «La España menos poblada tiene muchas maravillas en miniatura que conviene marcar en el plano de las escapadas», afirma la publicación, que valora especialmente aquellos municipios que ofrecen autenticidad.

Campo de Criptana

En esta edición del ranking, uno de los nombres que sobresale es el de Campo de Criptana, en la provincia de Ciudad Real. Este pintoresco municipio manchego ha sido incluido en el puesto número 15 de la lista, y con razón, ya que sus molinos, sus calles y su historia lo convierten en un destino muy especial.

Campo de Criptana (Ciudad Real) / Foto: Turismo JCCM

«Los gigantes a los que Don Quijote acometió lanza» son, sin duda, el emblema de Campo de Criptana. Así define National Geographic a los molinos que se alzan en el Cerro de la Paz, diez estructuras históricas declaradas Bien de Interés Cultural. 

Estos molinos, de los que llegaron a existir hasta 34, fueron un importante avance tecnológico en la época de Cervantes, fundamentales para la molienda del grano y el desarrollo económico de la comarca.

Casitas de teja árabe

Pero no todo son molinos. Otro de los elementos que cautiva a los visitantes es el barrio del Albaicín, con sus «casitas de teja árabe pintadas de blanco y añil», un rincón que conserva la estética tradicional manchega. 

Además, el corazón del municipio también late con fuerza gracias a la plaza del Pósito y un notable conjunto de iglesias, conventos y ermitas que enriquecen su patrimonio cultural y religioso. Todo ello configura una localidad que, sin perder su esencia rural, ha sabido mantener y valorar su historia.

María López

Graduada en Periodismo por la Universidad de Castilla-La Mancha. He pasado por Cadena SER, Castilla-La Mancha Media y El Español.
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