Condenado a 20 años de cárcel el joven que mató a su abuela en Malagón

La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha condenado a 20 años de cárcel al joven que en enero de 2022 mató a golpes a su abuela, en la casa de ésta, en Malagón (Ciudad Real).

La sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, le considera responsable de un delito de asesinato con la concurrencia de la circunstancia agravante de responsabilidad penal de parentesco, según determinó también hace unas semanas el tribunal del jurado popular que lo juzgó.

Así recoge que, de conformidad con el veredicto emitido por el jurado popular, se declara probado que entre las 20.40 horas y 21.30 horas del 24 de enero de 2022, el acusado acudió a la vivienda de su abuela materna con la que tenía una fluida relación y a la que visitaba frecuentemente. 

El ahora condenado, al que la abuela reclamaba que le debía dinero y la sustracción de dos teléfonos móviles, inició con ella una fuerte discusión y, en un momento determinado, en el salón de la vivienda, de manera sorpresiva e inesperada y con alta agresividad, cogió un objeto metálico macizo con forma de cabeza de perro y, pillándola desprevenida, la golpeó fuertemente con él en la cabeza, por lo que cayó al suelo.

A continuación, de manera rápida, consecutiva y en un breve intervalo temporal, se situó sobre la víctima y continuó propinándole múltiples golpes en la cara y zona izquierda del cráneo, sin que ésta tuviera posibilidad alguna de defensa al encontrarse inmovilizada en el suelo.

A continuación, el acusado se marchó del domicilio, no sin antes registrar una chaqueta de su abuela que se hallaba colgada en un perchero y envolver el busto de perro en un calcetín, que luego tiró en un contenedor de plásticos situado en la vía pública, uy cercano a la vivienda de la abuela.

Después, se dirigió a las dependencias de la Guardia Civil , mientras llamaba a su madre y su pareja, contándoles una historia inventada sobre lo sucedido con su abuela.

Una vez en el cuartel, contó a los agentes que su abuela debía estar en peligro o tener problemas, porque no abría la puerta y que había visto a una persona salir de su casa.

Ante dicho relato, varios agentes de la Guardia Civil acudieron a la vivienda de la abuela y, al no abrirles la puerta, llamaron a la tía del procesado, que tenía llaves de la vivienda, momento en el que encontraron a la abuela muerta, en el salón de la vivienda, con la cabeza abierta y sobre un charco de sangre.

Tras regresar al cuartel, el acusado acabó manifestando que, en realidad, su abuela se había caído, produciéndose su muerte por accidente al golpearse la cabeza, pero, al percatarse de que los agentes no daban crédito a esta versión de los hechos, confesó que era el autor de la muerte de su abuela y que el objeto metálico se encontraba en un contenedor de plástico que había en las inmediaciones.

Según quedó demostrado durante el juicio, el acusado no padece patología psiquiátrica alguna y, en el momento de los hechos, pese al consumo reconocido de sustancias tóxicas, no presentaba alteración relevante de su capacidad para entender y comprender los hechos cometidos.

La causa del fallecimiento fue traumatismo craneoencefálico abierto severo, con destrucción e inhibición de tejido óseo y centros vitales encefálicos, sin poder determinarse ni qué golpe fue el que ocasionó el fallecimiento de la víctima ni el orden de los golpes recibidos.

Los familiares directos de la víctima son sus tres hijos y tres hermanos, que no han reclamado indemnización alguna por el daño moral derivado de su muerte.

infoCLM

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