El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha recordado al Gobierno de España que es «el que está más obligado a guardar las formas con el estado de derecho» ante una posible reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de Junts, Carles Puigdemont.
Preguntado este miércoles en Toledo sobre la posibilidad de que esta reunión se produzca fuera de España, García-Page ha manifestado que no le parece «razonable» y que «ya es bastante bochorno estar viendo a políticos ir en romería a arrodillarse delante de este hombre».
En todo caso, ha considerado que esta propuesta demuestra que «Puigdemont pierde la esperanza de regresar a España, salvo que haga una pirula como la del año pasado por estas fechas».
Un episodio, por cierto, sobre el que el presidente castellanomanchego ha recordado que «todavía está por aclarar qué ha pasado con esas investigaciones, y quiénes fueron los responsables de que viniera, se riera de todo el mundo, y se volviera a marchar».
Ha ironizado con que sería «un disgusto enorme que se colara en La Moncloa y luego se fuera; sería terrorífico», pero ha recordado al Gobierno que es el que debe guardar las formas.
Asimismo, ha reconocido que no desea nada malo en lo personal a Puigdemont pero «este señor, hasta la fecha, si entra en España es detenido».