Castilla-La Mancha cuenta con una ratio de 6,26 enfermeras por cada mil habitantes, una cifra ligeramente inferior a la media nacional, donde la ratio es de 6,36 por cada mil habitantes, muy por debajo de la europea de 8,19.
El Consejo General de Enfermería (CGE) ha presentado este jueves el «La escasez de enfermeras, un riesgo para la seguridad de los pacientes» con datos actualizados de 2024, que viene a constatar que el déficit no es ya un problema español, sino mundial, y cifra en 100.000 las enfermeras que faltan en España.
Atendiendo al número de enfermeras colegiadas no jubiladas, la ratio española apenas ha subido unas décimas en un año, del 6,3 de 2023 al 6,36 de 2024; sin embargo, en la UE ha descendido de 8,83 a 8,19, según los datos que ha desgranado Adriana Díaz, del Instituto de Investigación Enfermera Isfos.
Hasta 15 pacientes por enfermera en hospitales
Por encima de la media de enfermeras en España, Navarra se mantiene en cabeza con 8,92, siendo así la única que rebasa la cifra europea, fijada en 8,19 por cada mil habitantes. Le siguen País Vasco (8,09), Canarias (7,55), Castilla y León (7,49), Aragón (7,4), Asturias (7,34), Melilla (7,24), Extremadura (7,15), Ceuta (7,10), Cantabria (6,77), Madrid (6,54), La Rioja (6,51) y Cataluña (6,5).
En el otro extremo, ni siquiera llegan a la media nacional de 6,36 enfermeras por cada mil habitantes, Castilla-La Mancha (6,26), Islas Baleares (6,13), Andalucía (5,56), Comunidad Valenciana (5,56), Galicia (5,16) y Murcia (4,99).
Por provincias se reproduce la misma inequidad, de modo que, mientras Cáceres registra una ratio de 9,04, la más alta de España, Pontevedra no llega a 4 (3,96).
También es importante tener en cuenta el número de enfermeras por actividad asistencial ya que, por ejemplo, en una unidad de críticos la ratio no debe ser más de una profesional por cada dos pacientes o incluso por cada uno si requiere cuidados muy complejos.
En ello también existe una enorme diferencia: en Europa, cada enfermera lleva 8 pacientes en unidades de hospitalización convencional, pero en España, cada una atiende a 10 e incluso 15 pacientes.
A todo ello se suma la enorme precariedad en el sector: en 2024 se registraron 10.824 contratos para 5.802 profesionales, de los cuales 8.408 fueron de duración temporal, es decir, el 77,7 %.
Una precariedad que llevó a 1.473 enfermeras a buscar en 56 países distintos al nuestro una situación laboral mejor.
Cada día con déficit enfermero aumenta un 8 % el riesgo de muerte
Todo lo cual contrasta con la cada vez mayor evidencia científica de que invertir en enfermeras sería coste-efectivo para los sistemas de salud porque «evita comorbilidad, mortalidad y los costes asociados que aparecen por no cuidar de forma adecuada a los pacientes», ha subrayado el secretario general del CGE, Diego Ayuso.
Como prueba, el reciente estudio publicado por investigadores del Reino Unido en el «British Medical Journey (BMJ)», que asocia la escasez de enfermeras con el riesgo de muerte de los pacientes y demuestra que es coste-efectivo revertir esa escasez.
Realizado sobre 625.000 pacientes de 185 unidades hospitalarias del Reino Unido entre 2015 y 2020, el citado estudio revela que, cada día que un paciente estuvo expuesto a la falta de enfermeras, (personal por debajo de la media de la unidad hospitalaria) en los cinco primeros días de ingreso, el riesgo de muerte se incrementó un 8 % y el de reingreso un 1 %.
También influyó en los días de ingreso, que se incrementaron un 69 % (de 5 a 8 días).
Revertir la escasez de enfermeras tendría un coste de 232 euros por ingreso, que «puede parecer mucho», pero evitaría 6.527 muertes al año y se ganarían 44.483 años de vida saludable.
