El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha elevado el tono ante la situación actual que atraviesa la dirección del PSOE tras los últimos escándalos que han salpicado al ex ‘número dos’ del partido, Santos Cerdán, mostrándose muy «dolido» y lanzando varios mensajes, asegurando que «no hay salida digna» a esta situación; deslizando que «queda mucho por saberse» más allá de los titulares de hoy en día y lamentando que el momento de credibilidad del partido «es grave».
En una entrevista en radio recogida por Europa Press, García-Page ha incidido en que lo peor es que estamos en «el momento más grave de credibilidad del PSOE en toda su historia reciente».»Es enormemente grave, muy poca gente cree a la dirección. Son muchas las veces que se dice que es acoso pero el papel de víctima ya no cuela».
Ha reivindicado aquí «el papel de la justicia de la UCO» ante los ataques a veces incluso de «ministros que debieran velar por su buen funcionamiento».
Ahora, «cuando empiecen con campañas» contra el PSOE, ha dicho que él trabajará por reivindicar «al PSOE sin apellidos, no el de Page, no el de Sánchez, el que tiene una larga historia de servicios al país».
Ha recordado cómo, cuando empezó la legislatura, él mismo avisó del «laberinto sin salida» que se dibujaba. «No hay salida digna, eso es lo dramático. ¿Puede convocar elecciones, puede dimitir? Yo creo que las cosas que más le preocupan a él ni siquiera están en los periódicos. No sé si estarán, pero requiere de que esté gobernando», ha sugerido.
Con este escenario, ha hecho un planteamiento que pasa por no debatir las «insignificantes cosas» de la actualidad política. «Daría lo que fuera por estar equivocándome, pero cuando todos los amiguetes, algunos socios fundadores de esta etapa del PSOE, los que estaban en la conjura de las primeras primarias tras la famosa cortina rosa… Todos esos, lo que tienen de grave, es que lo grababan todo».
Por ello, ha avisado: «Queda mucho por saberse por lo que se intuye de los medios de comunicación y por las amenazas de Koldo, de Aldama, que es una bomba de racimo y que lo tiene todo grabado», ha abundado, citando además a ministros que «han grabado sus conversaciones» con el presidente.
García-Page, que ha recordado que el último Comité Federal contó con la ausencia de un reflexivo Pedro Sánchez, ha dicho sobre él mismo que lleva mucho tiempo dando sus opiniones, si bien le hubiera gustado que «mucha más gente» en el partido diera su opinión sobre asuntos como la amnistía o los indultos, «cosas que no caben en la cabeza de la izquierda».
«Yo no me he movido del solar de la socialdemocracia. Vamos a seguir manteniendo nuestra posición. En la rueda de prensa, el presidente del Gobierno reconoció que no está en condiciones de ser candidato, y dijo que si convocaba, barrería la extrema derecha. Y eso es que el Gobierno depende de la extrema derecha. De la nacional como coartada para mantener el muro y de la extrema derecha independentista que es Puigdemont y Junts».
Ha admitido estar muy dolido, si bien «el PSOE es muchas cosas, más que Sánchez, que Page y que Ábalos», punto en el que ha recordado a todos los socialistas que «no pierden el aliento nunca» pese a, por ejemplo, «la mala campaña» de 2023. «Me acuerdo de los miles que se han escapado del PSOE».
Con todo, ha sugerido que «en vez de insultar a la extrema derecha», lo que hay que hacer es «ganarle en las urnas», la «única forma de combatirla», y no «sumar mayorías obscenas para sostener el Gobierno».
Ha pedido el presidente «poner pie en pared a los peajes obscenos de quienes quieren romper España» y él quiere hacer todo lo que esté en su «mano». «Pero desde luego no voy a estar en silencio».
DESCARTA LA MOVILIZACIÓN INTERNA EN EL PSOE
Igualmente, ha querido vincular la «carta abierta» del pasado año que abrió la etapa de cinco días de reflexión con la situación actual, asegurando que Pedro Sánchez calculó entonces si iba a «evitar» lo que se le venía encima o si «no lo iba a evitar en ningún caso».
Y fue a raíz de esa carta cuando «empezó una dinámica de bunkerización tremenda, alucinante». «Yo lucho todos los días para que no se metan de cabeza en ese búnker ni mis compañeros ni el país. Ese búnker es una tumba. El oxígeno al búnker se lo facilitan los socios del Gobierno, que son accionistas, y ahora lo pondrán caro», ha avisado.
En otro orden de cosas, García-Page ha admitido «algún intento» y tentación de entrar en corruptelas ante las que nadie de su Gobierno cayó: «Algo bueno tenía que tener llevarse mal con la dirección del partido», ha bromeado.
Ante las informaciones que apuntan a que la Justicia investiga los contratos covid de Baleares y Canarias estrechando el cerco a los expresidentes socialistas de estas regiones, ha dicho que está convencido de que sus compañeros no han hecho nada para enriquecerse.
En esta línea ha recordado el «caos» que supuso administrar y gestionar la pandemia, ya que «en aquel momento, salvo excepciones, todo el mundo hacía lo que podía».
MOCIÓN DE CENSURA
El líder del Ejecutivo castellanomanchego, que ha descartado la «movilización interna» dentro del partido ya que «está prohibida en el ambiente», ha hablado del papel de los diputados socialistas en el Congreso ante una hipotética moción de censura.
«Yo no soy quién para decirle a los diputados lo que tienen que hacer. Si lo hacen o no no será por instrucción mía. Soy demócrata, la solución tiene que venir democráticamente. Yo si fuera diputado, no votaría en contra, porque habría dimitido», ha rematado.