“Hace 40 años España tomó un camino correcto y completó su perfil como país”. Son las palabras del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, con las que hoy, en Toledo, ha dado paso al coloquio ‘Un camino compartido: 40 años de España y Portugal en la Unión Europea’, promovido por el Gobierno autonómico, la Fundación Felipe González y el Real Instituto Elcano, y moderado por el presidente de esta última institución, José Juan Ruiz.

Antes de dar paso a las palabras del expresidente del Gobierno de España, Felipe González, y a quien fuera presidente y primer ministro de la República de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, máximos responsables de sendos países en el momento de su entrada en la UE, se ha guardado un minuto de silencio por José Enrique Serrano, fallecido ayer y que fue jefe de Gabinete de los expresidentes del Gobierno de España con Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero.
El patio central del Palacio de Fuensalida, dotado con notables vestigios portugueses, ha sido el escenario elegido para la conmemoración de este aniversario respecto a cuyos inicios, el jefe del Ejecutivo regional ha señalado que la entrada de España en Europa conllevaba paz. “Conviene recordarlo, ha matizado, cuando hoy campan por Europa muchos síntomas de odio al otro, al que piensa distinto, al que cree en otro dios o al que viene de fuera, un gesto más de los populismos que nos presiden”, ha dicho.

En este punto, García-Page ha recordado unas palabras del Papa Francisco en las que recomendaba “combatir el populismo porque el odio que se basa en el otro, no nos puede hacer olvidar que el otro eres tú”.
En opinión del presidente de Castilla-La Mancha, para nuestro país, formar parte de los estados de la Unión era hacerlo de “una dinámica de paz, solidez y democracia vertebrada con instituciones”. Precisamente a este respecto, sobre las instituciones, ha hecho suyas las palabras de Jean Monnet, político y consejero económico francés y un gran defensor de la integración europea, al advertir que “nada se puede hacer sin las personas y nada perdura sin las instituciones”.

De ahí la importancia que el mandatario castellanomanchego da a la defensa de las instituciones, que “vertebran nuestra opinión y organizan nuestra convivencia, hoy amenazada por el populismo que las ataca y las cuestiona”.
García-Page ha reconocido que España y Portugal incorporaron una gran alma social en el espíritu de Europa y se ha mostrado convencido de que “crecer no era el problema, había que crecer para compartir”. Así mismo ha reconocido que para España fue un gran salto de modernización que comenzó en 1982. “En los primeros cinco años de España en la UE, se dobló el Producto Interior Bruto”, ha significado.
En opinión del presidente de Castilla-La Mancha, Europa también nos introdujo en otros cambios, como el método de funcionamiento del país que había que hacer de manera ineludible. “La España que hoy tenemos no se podría reconocer sin la Unión Europea”, ha dicho, al tiempo que ha relatado que en aquellos momentos se alimentaban discursos que argumentaban que “Europa solo vale si nos da”.

El mayor acierto histórico de España, junto a la Constitución del 78, ha sido la entrada del país en la Unión, ha dicho García-Page, que incluso ha recordado que los graves disturbios independentistas ocurridos en Cataluña conllevaron, para muchos, “el vértigo a no verse en la UE”. Los dos atentados de la banda terrorista ETA el día de la rúbrica de España y Portugal para la entrada en las Comunidades Económicas Europeas (nombre primigenio de la UE), también han sido recordados por García-Page, convencido de que, con sendos atentados, ETA ponía de manifiesto que la entrada en Europa era lo mejor para la unidad de España, porque se ha ganado la unidad.
“Somos españoles, luego somos europeos, forma parte ya de nuestra esencia”, ha ahondado García-Page, que se ha definido como un “europeísta convencido, ya que Europa ha sido y sigue siendo la respuesta a los grandes problemas”.
|| Fotos: D. Esteban González // JCCM ||






































