El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha afirmado que la Conferencia de Presidentes que ha tenido lugar en Barcelona le ha dejado «decepcionado» por el hecho de no haber hablado en ningún momento de financiación autonómica, al tiempo que ha apuntado que cualquier español que hubiera presenciado la reunión, habría comprobado que España es «un puzle roto» al que le conviene recomponerse.
«Muchas piezas averiadas y prisionero de un ambiente de frentismo verdaderamente asfixiante que hace estéril cualquier intento», ha incidido. Y es que asegura que lo malo no es que no se llegue a acuerdos, sino que «no hay voluntad» de explorarlos.
En declaraciones a los medios, ha desgranado cómo ha exigido durante la cita «por dos veces y sin contestación» que haya un calendario al que atenerse en materia de financiación, con una propuesta inicial del Gobierno, «como tiene que ser», para ver el punto de partida sobre el que debatir para evitar «un diálogo de sordos».
En la reunión, ha dejado claro que la riqueza «es nacional, de todos los españoles», y que la solidaridad que mandata la Constitución es «entre los españoles» .
Ha considerado García-Page que la Conferencia se convocó con solo dos asuntos en el orden del día pese a crecer después, y el Gobierno «se ha ceñido» a esos dos puntos.
En todo caso, él ha defendido la «coherencia» para decir que «no incluir la financiación autonómica en el planteamiento inicial, ya era un indicativo».
Un asunto que debiera ser «la condición previa para que no sean estériles todos los foros», según ha dicho, admitiendo que sale «decepcionado».
«No soy ingenuo, no buscaba acuerdo ni una votación formal, ya tengo algo de experiencia. Pero sí algún compromiso dialéctico, y no hay ninguno tras diez años de retraso», ha dicho el presidente regional, que ha recordado que en la última cita presidencial de Santander hubo un calendario comprometido de hablar del tema en tres meses, algo que nunca ha ocurrido.