El Partido Popular ha urgido este jueves a bajar los impuestos en Castilla-La Mancha para aliviar la presión fiscal en la comunidad autónoma, pero el PSOE le ha acusado de demagogia y ha defendido la política fiscal del Gobierno autonómico, sobre todo por la cantidad de bonificaciones y deducciones puestas en marcha en los últimos diez años.
Así lo han puesto de manifiesto los dos grupos políticos mayoritarios en el pleno de las Cortes regionales este jueves, en el marco de un debate general relativo a la política fiscal de Castilla-La Mancha.
La diputada regional del PSOE Silvia Fernández ha señalado que son los municipios en los que el PP gobierna los que sufren las políticas fiscales y no por la disminución de los impuestos, por lo que ha afirmado que «su demagogia traspasa límites fuera de lo normal» y que lo que necesita la ciudadanía es certidumbre económica y no «populismo fiscal».
Por contra, ha defendido que el Gobierno liderado por Emiliano García-Page llegó desde el principio a un acuerdo con los agentes sociales para congelar la política fiscal, y que es una de las comunidades autónomas que menos presión fiscal tiene y está entre las cinco con más deducciones.
En la misma línea, el consejero de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha criticado que al PP «lo único que le preocupa es que no tributen los contribuyentes que reciban una herencia de cuantía importante» y que, por ello, pide la eliminación del impuesto de sucesiones o donaciones.
También ha hecho hincapié en que la tarifa autonómica del IRPF, que el PP pide que se baje, es la misma que aprobó Cospedal, que tuvo la oportunidad de bajar los impuestos como había prometido pero sin embargo generó «un currículum muy intenso en subir impuestos y realizar recortes».
La oposición pide realidad y no datos macroeconómicos
Por parte del grupo popular, el diputado Santiago Serrano y el presidente del grupo, Paco Núñez, han puesto sobre la mesa de nuevo las medidas fiscales que, aunque no son nuevas, el PP considera «necesarias y urgentes» para aliviar la presión fiscal en la Castilla-La Mancha «real» y no la de los datos macroeconómicos.
En este sentido, Serrano ha dicho que lo que piden los ‘populares’ es un «acuerdo de mínimos» que conlleve la deflactación del IRPF y que toda la recaudación extraordinaria del Gobierno regional «vuelva al bolsillo de los castellanomanchegos», al tiempo que ha reclamado modelos fiscales como los de Madrid o Andalucía y ha pedido al Gobierno regional que «se ponga las pilas» para hacer una comunidad competitiva fiscalmente.
De su lado, el parlamentario de Vox Francisco José Cobo ha afeado que por un lado se pida una bajada de impuestos pero por otro lado se apoye un nuevo Estatuto de Autonomía que, a juicio de este partido, va a conllevar mayor gasto político, en vez de reducir el gasto y utilizar los recursos económicos de manera eficaz y eficiente.
Según Cobo, el Ejecutivo autonómico ha subido la carga y presión fiscal de Castilla-La Mancha en más de 300 millones, pero sobre todo ha alertado de la alta deuda y ha considerado que el PSOE siempre busca «excusas» para decir que la culpa es de otros.