El Gobierno de Castilla-La Mancha ha felicitado a la cooperativa San Isidro de Quintanar que celebra su 75ª aniversario porque a lo largo de este tiempo ha logrado ser “una de las empresas vitivinícolas más significativas y emblemáticas de nuestra región”.
El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, ha hecho esta afirmación en la celebración de este aniversario, en el que ha asegurado que es de justicia hacer este reconocimiento “a toda la familia que en estos tres cuartos de siglo ha ido conformando la cooperativa San Isidro, desde aquel grupo inicial de viticultores que en 1950 creó la Hermandad de Labradores y Ganaderos hasta los 900 socios que forman hoy la actual cooperativa agraria San Isidro”.

Una evolución que, tal como ha indicado Martínez Lizán, que ha estado acompañado por la alcaldesa de la localidad, Joaquina Saiz, el presidente de la cooperativa, Julián Onate, el presidente de la Diputación de Cuenca, Álvaro Martínez Chana, y el delegado de Agricultura en esta provincia, Rodrigo Fernández, denota el empeño de esta cooperativa por mantener y mejorar el cultivo de los viñedos tradicionales “pero innovando”.

“Habéis mantenido el viñedo, que era la base esencial de la cooperativa y lo habéis ido mejorando paulatinamente para conseguir las cifras que hoy tenéis: entre 75 y 80 millones de kilos de uva cada año; sois de las primeras empresas vitivinícolas de Castilla-La Mancha en su conjunto, motivo por el cual estamos tremendamente orgullosos; tenéis un alcance de 8.000 hectáreas y 900 socios, 900 familias de un municipio de 7.500 habitantes, lo que pone de manifiesto que, prácticamente la totalidad del pueblo, tiene una vinculación especial con esta cooperativa, que supone un pilar fundamental para el desarrollo socioeconómico”, ha aseverado el consejero.

Una actitud y un trabajo que ha extrapolado al conjunto del cooperativismo agrario de la región del que ha dicho que, a pesar de las dificultades, ha ido creciendo en fortaleza económica en las últimas décadas hasta convertirse en “un pilar estratégico de la economía y el desarrollo rural de nuestra región”.

El cooperativismo vertebra el medio rural de Castilla-La Mancha ya que según el último informe de Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha sobre la situación del cooperativismo agroalimentario en 2023, en estos momentos el modelo cooperativo cuenta con 532 cooperativas de primer grado y SAT y 22 de segundo grado. Además, las cooperativas suponen el 26,2 por ciento del conjunto de industrias agroalimentarias de la región; contribuyen al PIB con más de 2.672 millones de euros; representan un modelo de negocio que aporta el 40,2 por ciento a la producción agraria la Comunidad Autónoma y cuentan con más de 6.700 empleos, de los cuales el 70 por ciento son fijos.

“Todos estos datos ponen de manifiesto su capacidad de vertebración, de generación de riqueza y actividad socioeconómica, por el emparejamiento que tiene con el resto de actividades y sectores, y, por lo tanto, de arraigo para mantener la población en el medio rural, como es el caso. En algunos sitios las cooperativas son la única empresa que hay en la localidad y en muchos la mayor que existe, esta de Quintanar es una prueba evidente del potencial que tienen algunas cooperativas en nuestros territorios, y el compromiso del Gobierno de Emiliano García-Page es el de seguir apoyándolas”, ha dicho el consejero.

Por todo ello, ha reiterado la importancia que otorga el Ejecutivo autonómico a las cooperativas, apoyándolas en las mejoras tecnológicas que realizan gracias a las líneas de ayuda FOCAL y VINATÏ para mejorar la calidad de sus producciones. En el caso concreto de la cooperativa San Isidro, desde 2017 sus inversiones han recibido cerca de 4,5 millones de euros en ayudas, “una cifra que demuestra la importancia que concedemos al sector agroalimentario y, especialmente, al vitivinícola”.

Y en conjunto, el Gobierno va a seguir apoyando al sector como lo viene haciendo en la última década, en la que ha destinado 430 millones de euros al sector del vino en líneas tan importantes como VINATÏ, para realizar inversiones en bodegas o promoción del vino en terceros países y seguir estando en la vanguardia tanto en ventas como en comercialización.

“Nuestro objetivo es seguir haciendo grande nuestra región y a nuestros agricultores y ganaderos, para poder seguir manteniendo vivos nuestros pueblos, que es el objetivo final que pretendemos”, ha finalizado Martínez Lizán.





























































