Page dice que aceptaría descalificaciones a cambio de dejar de pactar con independentistas

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado este lunes que siempre reclamará «la mayor dosis posible de autocrítica» y de «tolerancia a las discrepancias», y ha destacado que aceptaría cualquier tipo de descalificación dentro del PSOE si a cambio su partido deja de pactar con independentistas.

De este modo se ha pronunciado el presidente regional a preguntas de los periodistas en Toledo tras las informaciones publicadas por el diario ‘El Mundo’ en las que se revelan wasaps de los años 2020 y 2021 entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el entonces secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, alguno de los cuales alude a García-Page.

El jefe del Ejecutivo autonómico ha afirmado que «hace ya mucho tiempo» que las descalificaciones las pasa «bastante más por alto que los problemas de fondo» y asegurado que «aceptaría de buen grado» cualquier tipo de descalificación «si a cambio de aguantar eso se dejara de pactar con independentistas o con quienes desnaturalizan al PSOE».

Sobre si ha recibido presiones, ha reconocido que con Ábalos ha mantenido muy poco contacto: «A lo mejor se trataba de que ya me daban por perdido o si me veían a la cara, podrían llegar a la conclusión de que no soy de los que cambian de opinión todos los días. A lo mejor es mi defecto», ha añadido.

En este contexto, ha insistido en que está dispuesto a «aguantar cualquier tipo de consideración», si a cambio lo que hay es un política en la que cree y ha recordado que en diez años no ha cambiado su posición porque es «un código de valores».

García-Page ha hablado sobre la «tensión» que hay en el PSOE desde que en 2015, ante un panorama político «muy destrozado» en España, el Partido Socialista «saca su peor resultado histórico», con 85 diputados, y se llega al acuerdo de «no pactar ni con la derecha, ni con el independentismo».

Esa tensión «se ha ido visualizando con idas y venidas, con momentos más álgidos y con momentos más valle», ha continuado García-Page, quien ha agregado que los presidentes que ya estaban en ejercicio en sus autonomías en aquel momento empezaron a notar «un planteamiento de mucha hostilidad en el ambiente» porque «teníamos muy claro» que «no se puede gobernar de cualquier manera y a cualquier precio».

El presidente de Castilla-La Mancha ha indicado que siempre reclamará «la mayor dosis posible de autocrítica y también de tolerancia a las discrepancias» y ha concluido que en esos mensajes se estaba demostrando «una cierta intolerancia a la crítica o a que se pudiera opinar de otra manera».

infoCLM

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