El agua que están recibiendo los pantanos de Entrepeñas y Buendía, en la cabecera del Tajo, se está guardando para abastecer el trasvase Tajo-Segura y no se está vertiendo al río, ha afirmado este martes en Toledo la directora de la Cátedra del Tajo, Beatriz Larraz.
El agua se está acumulando en Entrepeñas y Buendía pero está saliendo la misma cantidad de los pantanos de cabecera que sale cualquier día, que es básicamente la suficiente para cumplir con el caudal mínimo ecológico en Aranjuez, ha advertido Larraz en un desayuno informativo en el que ha hecho balance del año de la Cátedra del Tajo-UCLM Fundación Soliss.
Larraz ha cuestionado esta estrategia, ya que aunque la creencia general es que el sistema de Entrepeñas y Buendía está diseñado para acumular agua a fin de enviarla a Levante a través del Acueducto Tajo-Segura, en realidad no es así, sino que son dos embalses de gestión hiperanual para la cuenca del Tajo.
Pero realmente se están gestionando como si fueran diseñados para guardar agua para el trasvase, y eso es lo que se está haciendo ahora, ha asegurado la directora de la Cátedra del Tajo, que ha aseverado: «Aranjuez no se ha enterado básicamente de las lluvias que están cayendo», porque sólo está recibiendo las pequeñas aportaciones de los arroyos situados por debajo del pantano de Entrepeñas que vierten al río.
Reglas de explotación
Para evitar este tipo de situaciones, la directora de la Cátedra del Tajo ha abogado por que se acometa el cambio de las normas de explotación del Acueducto Tajo-Segura, aunque ha considerado que en la situación actual no se llegará a aprobar trasvases 60 hectómetros cúbicos, porque hace falta que Entrepeñas y Buendía tengan acumulados 1.300 hectómetros cúbicos de agua y actualmente están en 1.240 hectómetros cúbicos.
Además, ha recordado que para poder hacer trasvases de 60 hectómetros cúbicos tiene que cumplirse la condición de que en los últimos 12 meses haya habido aportaciones de lluvias de más de 1.400 hectómetros cúbicos, y también se está lejos de que se cumpla esta circunstancia.
En cualquier caso, ha reiterado que lo fundamental «es que se tenga muy en cuenta que Entrepeñas y Buendía son embalses de gestión hiperanual», y que es necesario que tengan una lámina de agua muy estable para que contribuyan al desarrollo socieconómico y para que se suelte agua de los pantanos al cauce del Tajo.
No se está soltando ahora mismo, todo lo que entra en Entrepeñas y Buendía se está quedando en los pantanos, salvo el mínimo para garantizar el caudal ecológico en Aranjuez, donde están pasando 11 metros cúbicos por segundo, lo que implica que más de 90 kilómetros del Tajo no se note que está lloviendo más durante todas estas semanas.
Según Larraz, aunque las aportaciones que llegan a Entrepeñas y Buendía están guardadas para el trasvase «es perfectamente factible» llegar a un acuerdo sobre la lámina de agua de los pantanos de cabecera y los caudales circulantes en el Tajo, pero ha insistido en que para eso hay que rebajar las reglas de explotación.
Cesión de derechos de uso de agua
Por otra parte, ha rechazado la cesión de derechos de uso de agua de la Comunidad de Regantes del Canal de las Aves a la Junta de Regantes de Cuevas de Almanzora (Almería), porque también afecta a la dinámica fluvial del río entre el pantano de Bolarque y Aranjuez.
Para que llegue a Almería ese agua debe de circular por el Acueducto Tajo-Segura, es decir que serían 37 hectómetros cúbicos que dejarían de circular durante más de 90 kilómetros por el Tajo hasta Aranjuez, y además la parte de la concesión que no es utilizada para el riego no llegará al propio Tajo aguas abajo ni al acuífero, como ocurre habitualmente, «sino que acabará en el mar Mediterráneo», ha indicado Larraz.