El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha afeado este viernes la «retranca política» que sigue habiendo con la pandemia de la covid-19, cinco años después de declararse el estado de alarma, y ha defendido la gestión de todos los presidentes autonómicos en un momento tan «caótico» como fue el inicio de la crisis.
García-Page ha hecho referencia al quinto aniversario del principio de la pandemia en España durante un acto en Guadalajara para colocar la primera piedra de la nueva residencia de mayores ‘Los Olmos’ y en la ciudad en la que Araceli Hidalgo se convirtió en la primera persona en recibir la vacuna contra la covid.
En este marco, ha dicho que no contempla «con ningún gusto» que después de cinco años «más que aprender de lo que mejoraríamos todos de buena fe si volviera una pandemia, sigue habiendo retranca política» con un tema que hizo que hubiera «muchísimos fallecidos», ha recalcado.
Ha afirmado que no se encontró a ningún político, de derecha o de izquierda, en la pandemia que no pensara que estaba haciendo «lo mejor» y que puso más o menos esfuerzo ante lo que supuso un «sorpresón» que obligó a todas las administraciones, en particular a las autonomías, a «zambullirse en un máster acelerado de cómo abordar una crisis desconocida».
En concreto, ha nombrado al que entonces era presidente del Gobierno de Cataluña, Quim Torra, del que ha apuntado que aunque pensaba todo lo contrario que él en casi todo, en las reuniones de los presidentes autonómicos le vio decir lo mismo que todos, con el mismo sentido común y «hablar de España por primera vez en su vida de manera amable».
Comportamiento ejemplar pese a negacionistas
El jefe del Ejecutivo regional ha deseado que «ojalá no vuelva a producirse», al tiempo que también ha destacado que se han aprendido muchas cosas y que se puede celebrar que la comunidad sanitaria y científica mundial corriera como nunca para encontrar soluciones y, de hecho, «en tiempo récord» había muchas vacunas en el mercado.
En este punto, ha subrayado que las vacunas funcionaron pese a «gente dando la lata para que no se las pusieran», por lo que ha hecho hincapié en que el comportamiento de los españoles es ejemplar y que contrasta con «los mismos que ahora entre España y Trump, apuestan por Trump», «radicales» que intentaban confundir a la gente con «patrañas y mentiras» en las redes sociales, ha sostenido.
Además, ha añadido que frente a quienes se comportaron como héroes, había también «bastante miseria y gente que no estuvo a la altura de las circunstancias», así como quienes vinieron a «robar y abusar» al calor de la pandemia ofreciendo mascarillas y queriendo aprovecharse.
Con todo, ha aseverado que si se quita esto último, todo lo que demás en la pandemia fue para sentirse «orgulloso» y, sobre todo, de Castilla-La Mancha y de su sistema sanitario, porque la región acogió a mucha gente, también para recibir atención sanitaria, y se convirtió en «un gran contenedor».
Por ello, ha considerado que «hay que verlo con la perspectiva de hace cinco años y evitar hacer populismo barato», a la vez que ha puesto el acento en que «la gente se ha quedado no con recuperar el tiempo perdido en la pandemia, sino con vivir la vida por si acaso viene otra».