El Gobierno de Castilla-La Mancha ha evitado expresar este miércoles su opinión sobre la tributación del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), tras la subida a 1.184 euros, si bien ha apostado por que el Gobierno de España tenga un debate interno sobre este asunto.
Así lo ha manifestado la portavoz del Ejecutivo autonómico, Esther Padilla, a preguntas de los periodistas en una rueda de prensa en el Palacio de Fuensalida, sede del Gobierno regional, para informar sobre los acuerdos del Consejo de Gobierno.
Padilla ha indicado que este tema «primero lo tiene que tener muy claro el Gobierno» y hablarlo, de manera interna, para definir cuál será el modelo y ver si finalmente se aprueba, por lo que ha apostillado que Castilla-La Mancha va a ser «prudente» y se pronunciará cuando ya esté todo encima de la mesa.
Sin embargo, sí ha hecho hincapié en el «malestar» observado este martes en la rueda de prensa de la portavoz del Ejecutivo central, Pilar Alegría, y la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz; en la que ha afirmado que «una de las ministras parece que disfrutaba y no era mi compañera».
Por lo tanto, ha subrayado que «las cosas que hablarlas y dialogarlas dentro del Gobierno» y cuando son positivas hay que estar «a las buenas», pero también «hay que gobernar cuando hay que tomar decisiones complicadas».
Críticas al PP por su rechazo a la subida del SMI
Con todo, la portavoz del Ejecutivo castellanomanchecho ha destacado que con el Gobierno de España actual ha subido el SMI un 62 por ciento hasta los 1.184 euros, mientras que el Partido Popular lo dejó en 735 euros.
De esta manera, ha valorado que el Gobierno actual es «el que cree en el incremento del SMI y apuesta por que haya unos salarios dignos», mientras que el PP se ha negado a la subida de manera sistemática, por lo que ha concluido que «no es que el PP esté en contra de la tributación del SMI, sino que está en contra de incrementarlo y lo que busca es que el Gobierno pierda votaciones, no que mejoren los ingresos medios de las familias».