La Audiencia Provincial de Toledo acoge desde este lunes un juicio con jurado contra un hombre acusado de matar con un arma de fuego a una mujer, por encargo de un matrimonio, y herir a un hijo de la fallecida, unos hechos por los que la Fiscalía pide 40 años de cárcel por un delito de asesinato y otro de asesinato en grado de tentativa.
En concreto, el Ministerio Fiscal solicita para cada uno de ellos 25 años de prisión por el delito de asesinato y a 15 años de cárcel por el de asesinato en grado de tentativa, ya que a R.R.A. se le considera autor material de los hechos y al matrimonio formado por L.C.M. y M.C.M.V. como inductores y cooperadores necesarios, según se indica en el escrito de acusación del fiscal, al que ha tenido acceso EFE.
El asesinato se produjo el 4 de mayo de 2018 en una calle de la localidad toledana de Las Ventas de Retamosa, en la que R.R.A. interceptó el turismo en el que circulaba la fallecida junto a su hijo menor y efectuó siete disparos con una pistola por el cristal de la ventanilla del lado del conductor, «sin posibilidad de reacción de defensa por parte de la misma ante un ataque inesperado y sorpresivo», mantiene el ministerio público.
También sostiene que el procesado sabía que, además de matar a la mujer, alguno de los disparos podían alcanzar a su hijo y ocasionarle la muerte. De hecho, el menor sufrió heridas muy graves, que le han dejado secuelas como cicatrices y trastornos neuróticos.
El procesado efectuó los disparos con una pistola que tenía el número de identificación borrado y para cuyo uso no tenía permiso, y se desplazó hasta Las Ventas con Retamosa en un turismo que había sido sustraído en Getafe (Madrid).
Por ello, el fiscal solicita que sea condenado a tres años de prisión como presunto autor de un delito de tenencia ilícita de armas y a otros tres años por un delito de robo con fuerza, por lo que la petición total de condena es de 46 años de cárcel.
La Fiscalía también pide una indemnización de 100.000 euros para cada uno de los dos hijos menores de edad de la fallecida, 50.000 euros para la madre de la víctima y otros 50.000 euros para su pareja.
Según el relato del ministerio público, la mujer asesinada había trabajado para el matrimonio en Las Ventas de Retamosa hasta que empezó a haber desavenencias entre ellos.
Debido a estas desavenencias, el matrimonio empezó a amenazar de muerte a la asesinada y, como consecuencia de estas amenazas, la pareja fue expulsada del pueblo.
Así, se fueron a vivir temporalmente a Badalona (Barcelona), donde contactaron con el ejecutor del asesinato, que vivía en Moncada y Reixach junto a su mujer, que también está procesada en la causa por un delito de encubrimiento.
