El sicario acusado de matar a una mujer en un pueblo de Toledo negará todos los hechos

El hombre acusado de matar con una pistola a una mujer, por encargo de un matrimonio, y herir a un hijo de la fallecida en Las Ventas de Retamosa (Toledo) en mayo de 2018, negará todos los hechos en el juicio con jurado popular que ha dado comienzo este lunes pero en el que todavía no se ha producido ninguna declaración.

La primera vista oral del juicio se ha iniciado tras unas tres horas de elección del jurado, compuesto por cinco hombres y cuatro mujeres, pero debido al alto número de acusados -cinco en total: el sicario, el matrimonio que le hizo el encargo, el hermano de la esposa y la novia del asesino-, la sesión se ha suspendido después de la primera intervención de la fiscal y de la acusación particular que defiende los intereses de los hijos de la víctima.

La sesión se retoma este martes a las 10:00 horas con la continuación de las intervenciones iniciales de los letrados ante el jurado popular y las declaraciones de los acusados.

Sin embargo, el secretario judicial ha procedido en la primera vista a dar lectura de los escritos de acusación y de las defensas, y en el caso de la del sicario el escrito refleja que sostendrá su inocencia y negará todos los extremos de los hechos que describe la fiscal y el resto de acusaciones.

De este modo, el acusado de dar muerte a una mujer y herir a su hijo negará que existieran desavenencias del matrimonio que supuestamente le hizo el encargo con la víctima, las conductas extramatrimoniales de la esposa, las amenazas del marido o que la mujer se llevara 30.000 euros de la vivienda familiar.

También negará la relación del arma con el crimen, que se expulsara al matrimonio del municipio toledano según las leyes mercheras y que recibiera el encargo de matar ni fuera el autor de los disparos, e intentará presentar como circunstancia atenuante que era consumidor habitual de drogas.

El resto de acusados también negarán los hechos o su implicación 

El resto de las defensas también han avanzado, a través de sus escritos, que sostendrán también la inocencia de sus clientes, o bien con la negación de los hechos o bien porque no participaran en el asesinato, como el caso de la esposa acusada junto a su marido de encargar la muerte.

También será el argumento que seguirán los letrados de la novia del sicario o el del hermano de la mujer del matrimonio acusado, quien sostendrá que no participó en la comisión de los delitos y que si se demuestra un presunto encubrimiento se acogerá a su relación familiar para intentar quedar exento.

En el caso del marido del matrimonio acusado, su letrado ha incorporado a la causa una carta de arrepentimiento del mismo en la que, ha dicho, pide perdón, se arrepiente del daño causado y «dice que nunca lo olvidará», así como ha afirmado que la familia ya conoce la misiva a través de sus representantes legales y que su defendido ya ha depositado la cantidad de 167.000 euros en concepto de reparación del daño.

Asesinato «a sangre fría» por lo sorpresivo del ataque 

Sin embargo, las acusaciones intentarán convencer al jurado popular de que el relato de los hechos recogido en sus escritos corresponde a lo que ocurrió en realidad, que el acusado, por encargo del matrimonio, mató a la víctima e hirió a su hijo, al que según la fiscal también pretendía matar por la hora escogida para perpetrar el crimen, el momento en el que la madre llevaba al colegio a su hijo.

La fiscal, que ha solicitado que los testigos declaren tras un biombo y los hijos de la víctima en una sala distinta y a puerta cerrada para no entrar en contacto con los acusados, ha señalado que un día antes del 4 de mayo de 2018, el sicario compró dos teléfonos móviles y junto al marido del matrimonio acusado se desplazaron desde Cataluña a Madrid y Las Ventas de Retamosa, en su caso, para ejecutar el asesinato, cuya autoría le atribuye al sicario tras desplazarse en un coche robado.

Después, ha indicado, huyó, quemó el vehículo y cogió otro, también robado, para volver a huir pero tuvo un accidente de tráfico y finalmente fue localizado en la estación de autobuses de Utiel (Valencia), con la pistola con la que presuntamente había cometido el asesinato.

Acusa también la fiscal a la novia del sicario de haberse beneficiado del delito al cobrar por parte del matrimonio una parte del dinero acordado y al hermano de la esposa del matrimonio acusado de intentar eliminar pruebas cuando su cuñado ya se encontraba detenido y en prisión.

Además, la fiscal ha explicado que el delito del que le acusa es asesinato y lo sustenta en que el ataque fue sorpresivo.

Hasta la suspensión de la sesión, ha tenido tiempo también de defender su escrito la abogada de la familia de la víctima, quien ha remarcado que fue un asesinato «a sangre fría» y que la fallecida recibió los impactos de la mayoría de las siete balas porque intentó proteger a su hijo menor.

infoCLM

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