Page, muy preocupado, recuerda a Pedro Sánchez que cede la inmigración en Cataluña a un partido supremacista, cuando no xenófobo

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha cuestionado este viernes la pertinencia de negociar con Junts la cesión de competencias, ya que «no tiene nada de progresista». «Si las competencias las pidiera Vox, todo el mundo se rasgaría las vestiduras», ha afirmado en este sentido.

En declaraciones a medios desde Marchamalo (Guadalajara), a donde García-Page a acudido para inaugurar las obras de modernización y mejora del CEIP ‘Cristo de la Esperanza’, el presidente castellanomanchego ha afirmado que «no es admisible que los independentistas catalanes, que por lo demás son supremacistas cuando no xenófobos, lo que estén planteando es que el gobierno gobierne con camisa de fuerza».

En este sentido, a preguntas de los medios de comunicación, Page ha afirmado que «ningún Estado puede renunciar, bajo ningún concepto, a la competencia en fronteras y por tanto en emigración», ya que «el control de las fronteras es la expresión más elemental de soberanía».

Desde la perspectiva política, García-Page ha afirmado que el debate sobre la cesión de las competencias sobre migración a las autonomías planteado por Junts supone «mercadear» con cosas «con las que no se puede frivolizar».

«Si es que por Puigdemont fuera, yo sería un extranjero, por tanto, tranquilidad no puedo tener ninguna y sobre todo me preocupa que estas cosas sean objeto de mercadeo en el último minuto, porque un país serio no puede estar jugando con las cosas de comer de la manera que se está jugando», ha ahondado García-Page.

El mandatario regional ha afirmado que la conyuntura política le mantiene «desolado». «Me da la impresión que es con la intención de que no vayan a ningún sitio o terminen siendo un cajón inmenso de frustración», ha afirmado respecto a los «compromisos» del Gobierno encabezado por Pedro Sánchez. «No podemos tener una política de infarto tras infarto», ha añadido.

KENNEDY Y FRANKLIN

En la misma línea se ha pronunciado ya dentro del acto, donde ha hecho alusión a varias frases «curiosas» para definir la situación que se vive hoy en España. Así, ha citado a Kennedy y su frase de «no podemos negociar con aquéllos que dicen, lo que es mío es mío y lo que es tuyo es negociable». «Eso no es admisible, eso no se llama negociar, ni se llama convivencia, ni se llama pactar, eso se llama ceder», ha apostillado el presidente castellanomanchego.

Otra de las frases citadas ha sido la de Benjamin Franklin que dice que «la necesidad nunca hizo buenos negocios». De esta forma, y en el contexto actual, García-Page ha asegurado que se necesita «un punto de reflexión», por lo que ha pedido al Gobierno –que este fin de semana se reúne en la finca toledana de Quintos de Mora– que aprovechen «para pensar y para reflexionar» a dónde conduce la situación actual y si alguien puede decir en dónde acaba todo esto.

Según ha advertido el presidente socialista, «cuando no se sabe dónde va a acabar, ya el camino no merece la pena; cuando uno no tiene claro la meta es muy difícil que el camino valga para algo», una situación que a García-Page le «preocupa» porque «se juega con cosas que nos afectan a los demás».

Dicho esto, ha apuntado que él se toma la molestia de hablar en nombre de su tierra porque «detrás de tanto discurso y de tanta polémica política, no se engañe nadie, hay dinero, hay intereses». «Yo quiero una España en la que no haya privilegios ni sociales ni territoriales, ni que haya una parte del país que piense que tiene ventaja y que pueda gestionar el ventajismo político. Esto no es admisible».

«Hoy España está inmersa en una especie de laberintos sin salida. Y los laberintos lo que está muy claro es que nunca te dicen dónde está el norte ni dónde está el sur. Un laberinto es por definición un laberinto y sin salida. Y en donde pareciera que las instituciones del Estado tienen que someterse a una especie de camisa de fuerza.
De verdad, sinceramente, no sé cuánto tiempo va a poderse aguantar esto, ni a qué precio. Pero desde luego lo que es evidente es que hay que poner límite a las cosas. Se puede hablar de mucho, pero bajo ningún concepto se puede jugar con las cuestiones que son estructurales y esenciales. Por ejemplo, la política de fronteras».

Para el presidente de Castilla-La Mancha, «hay cosas con las que no se puede tragar bajo ningún concepto». «Yo sé que Puigdemont, si pudiera, a mí me convertía en un extranjero. Luego, la única competencia que nunca pondría en sus manos es precisamente esa».

REUNIÓN QUINTOS DE MORA

Preguntado por los medios de comunicación, García-Page ha negado que vaya a tener ocasión de plantearle ninguna cuestión a Pedro Sánchez durante el encuentro del Gobierno previsto en la finca toledana de Quintos de Mora, ya que ha afirmado que se ha enterado «por los medios de comunicación» 

«Lo hacían los del PP, o sea que en ese sentido me tratan igual», ha declarado.

infoCLM

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