El presidente de Castilla-La Mancha desde 2015 y candidato del PSOE a la reelección, Emiliano García-Page, afirma que practica una «socialdemocracia incluyente, no fanática» y sostiene que «mucha gente» valora esa actitud «central, inclusiva, no sectaria, de no gobernar contra nadie y con una orientación social y progresista» que enmarca en lo que llama «la escuela manchega».
En una entrevista con la Agencia EFE durante la campaña electoral a las municipales y autonómicas de este próximo 28 de mayo, García-Page (Toledo, 1968) ha dicho que el domingo se sentirá «muy satisfecho» si la inmensa mayoría de la ciudadanía hace «un acto de autoestima regional, de compromiso regional» y acude a votar, y ha subrayado que es importante la participación, lo es «más que nunca» en un momento en que hay partidos que promueven acabar con las autonomías.
«Yo practico una socialdemocracia incluyente, no fanática», ha dicho este barón autonómico que en numerosas ocasiones se ha enfrentado a dirigentes y políticas de su partido para priorizar lo que ha considerado mejor para Castilla-La Mancha.
García-Page ha explicado que «mucha gente valora» lo que hace, y ha hablado de la «escuela manchega» socialdemócrata, que consiste en «una actitud central, una actitud inclusiva, una actitud no sectaria, sobre todo no gobernar contra nadie y, al mismo tiempo, con una clara política de orientación social y progresista».
Ha añado que en Castilla-La Mancha «hemos experimentado una fórmula muy socialdemócrata, al estilo manchego», que ha resumido: «se crea riqueza, queremos crearla, no solo no la detestamos sino que la buscamos, y queremos, además de riqueza, que se reparta. Tan sencillo como eso».
«ESPERABA MÁS ACRITUD, MÁS VISCERALIDAD EN EL DEBATE»
Ante algunas críticas que le han acusado de machista por algunas declaraciones, ha admitido que está «acostumbrado a las descalificaciones personales» y ha respondido con datos ya que Castilla-La Mancha lidera el gasto en igualdad por habitante de todo el país y tiene «las políticas sociales más avanzadas en materia de igualdad de toda España».
Ha señalado que no le inquietan los ataques personales y que solo está cansado «de los insultos con los que me desayuno todas las mañanas por parte de la oposición política», a la que sugiere que aprenda «que una condición necesaria para que la gente te de su confianza es que no te vea faltar al respeto».
Sobre el debate electoral que se ha celebrado en la radiotelevisión autonómica de Castilla-La Mancha este lunes entre los cinco candidatos con más opciones de estar presentes en las próximas Cortes regionales, García-Page ha dicho que se esperaba «más acritud, más visceralidad» teniendo en cuenta la campaña «faltona» del PP en la que aparece con Otegi o le responsabilizan de la salida de la cárcel de violadores, por la ley del sólo sí es sí, o del problema de los okupas.
«Yo iba preparado, en todo caso, para cualquier tipo de debate», ha dicho, y ha agregado que siguió el consejo que le dieron los más cercanos de ser él mismo «y es lo que intenté, ser yo mismo».
Los próximos días continuará los actos públicos en las cinco provincias de Castilla-La Mancha, que suman más de 900 municipios y 80.000 kilómetros cuadrados, y la única previsión de cambio que tiene es tener que utilizar el chubasquero si llueve.
«Tengo uno de campaña para los insultos, pero ése no es el que me importa. Me importa que pueda llover y estaría encantado de tener que sacar el paraguas», ha reconocido.
Emiliano García-Page tiene previsto recorrer en su vehículo unos 12.000 kilómetros estos 15 días de campaña electoral en los que está pidiendo el voto a «todos», incluyendo votantes de Podemos, Ciudadanos e incluso del PP además del PSOE, porque en Castilla-La Mancha solamente hay dos opciones (insiste): o su proyecto o un gobierno del PP y Vox.
