Una de las señas de identidad de Castilla-La Mancha es su gastronomía y los productos de gran calidad que nacen en nuestra tierra y que otorgan un sabor único a diversas elaboraciones culinarias. Cabe destacar el queso manchego como uno de los productos más reconocidos tanto dentro como fuera de nuestras fronteras y es que este producto cuenta con una Denominación de Origen Protegida (DOP). Concretamente, Castilla-La Mancha posee 29 Denominaciones de Origen Protegida.
DOP Queso Manchego
La zona de producción de la DOP Queso Manchego está constituida por más de 400 términos municipales de las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo. Concretamente integran la DOP Queso Manchego 46 municipios de la provincia de Albacete, 79 municipios de Ciudad Real, 155 municipios de Cuenca y 122 de Toledo, que constituyen la comarca natural de La Mancha.
La climatología de la región ofrece un carácter extremo, de grandes oscilaciones, con inviernos muy fríos, veranos muy calurosos y escasas precipitaciones. Estas condiciones climatológicas favorecen el crecimiento de una vegetación muy rústica, alimento de una raza de ovejas que son sometidas a un control morfológico y sanitario muy estricto.
Por tanto, este conjunto de características ofrecen como resultado un queso único en el mundo. Aunque hay constancia de que se ha intentado elaborar en otros lugares, dentro y fuera de nuestro país, ha sido imposible imitar tantos y tan antiguos factores al mismo tiempo más allá de las fronteras de La Mancha.
El queso amparado por la DOP Queso Manchego es de pasta prensada, elaborado exclusivamente con leche de oveja de la raza manchega, con una maduración mínima de 30 días, para quesos con peso igual o inferior a 1,5 kilos. Esta maduración se extiende hasta los 60 días en el caso de quesos en el resto de formato, siendo el tiempo de maduración máximos de dos años.

Además, estos quesos tienen una forma cilíndrica, una altura máxima de 12 centímetros, un diámetro máximo de 22 centímetros y su peso se encuentra entre los 0,4 y los 4 kilos. Otra de las particularidades de los quesos de la DOP Queso Manchego es su corteza dura y libre de plásticos, de color amarillo pálido o verdoso-negruzco.
La pasta es firme y compacta, de color variable desde el blanco hasta el marfil amarillento, pudiendo presentar ojos pequeños y homogéneamente repartidos. Posee un olor láctico, acidificado intenso y persistente que evoluciona a matices levante picantes en los más curados. El sabor de estos quesos es ligeramente ácido, fuerte y sabroso, transformándose levemente picante en quesos muy curados.
Castilla-La Mancha una región con Campo y Alma
Castilla-La Mancha cuenta con una magnífica materia prima y sobre todo tiene unos grandes profesionales que ponen el alma cada día en su trabajo, con el objetivo de conseguir que estos productos sean diferentes y que además transmitan una historia, la de muchos lugares de nuestra región. Campo y Alma ampara a estos excelentes productos que tienen un carácter y una calidad singulares, que basan gran parte de su éxito en el origen y en la manera de producirse, pero que además, forman parte del patrimonio cultural de nuestra tierra.

Campo y Alma es una marca de garantía que permite distinguir los productos agroalimentarios que se producen, elaboran o transforman en el territorio de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha y que están acogidos a una denominación de origen protegida o indicación geográfica protegida. Campo y Alma ayuda al consumidor a identificar los productos de calidad de Castilla-La Mancha.
Receta: Crema de queso manchego
Los aperitivos forman una parte especial en las comidas y cenas de Navidad. En muchos de estos encuentros es habitual un plato con queso de nuestra tierra, pero para sorprender a nuestros comensales esta Navidad podemos ofrecer una original elaboración que tenga el queso manchego como protagonista.
Para la elaboración de esta crema de queso manchego necesitaremos 150 gramos de queso de la DOP Queso Manchego, 2 puerros grades, 200 mililitros de nata líquida, 400 gramos de caldo de pollo, sal y pimienta. El primer paso es crear un fondo que potencie el sabor de la crema, para lo que pelaremos los puerros y trocearemos la parte blanca. La función de este ingrediente será suavizar esta potente crema de queso manchego.
En una cacerola, pocharemos los puerros con un poco de aceite de oliva, removiendo de vez en cuando hasta que veamos que están bien tiernos. Mientras el puerro se poca, cortaremos el queso manchego en dados, intentando que sean más o menos del mismo tamaño, salpimentaremos a nuestro gusto y lo mezclaremos.

Una vez que los puerros estén tiernos los trituraremos en la misma cacerola y le agregaremos el queso manchego. Removeremos y esperaremos un par de minutos. A continuación vertimos la nata poco a poco sin dejar de remover para que los daditos de queso se fundan.
Por último, vertimos el caldo de pollo removiendo lentamente para integrarlo a la mezcla. Dejaremos que la mezcla se integre a fuego lento durante unos 15 minutos hasta que alcance la consistencia de una crema con cierta firmeza. Sin duda un bocado único sin perder el sabor del queso manchego para esta Navidad.

/Marta López/