Platos tradicionales e innovadoras elaboraciones forman parte de los elaborados menús con los que los castellano-manchegos buscan sorprender a sus seres queridos esta Navidad. Unas apuestas culinarias en las que Navidad tras Navidad se cuelan productos tradicionales como el cordero manchego, y en la que tienen cabida otros menos usuales en las mesas navideñas como son las berenjenas de Almagro.
Se trata de un producto con ADN manchego que no acostumbra a verse en las comidas y cenas de Navidad, pero que está muy presente en nuestro territorio. Las peculiaridades de este producto único le han hecho contar con una Indicación Geográfica Protegida (IGP).
La zona ligada a la IGP Berenjena de Almagro comprende los términos de Aldea del Rey, Almagro, Bolaños de Calatrava, Calzada de Calatrava, Granátula de Calatrava, Valenzuela de Calatrava y Viso del Marqués, todos ellos en la provincia de Ciudad Real. Se trata de un producto que solo se cultiva en pequeñas superficies de estos pueblos de Ciudad Real, siendo la producción amparada bajo esta IGP 100% española.

La ancestral forma de elaborar este producto tan típico de Castilla-La Mancha
La berenjena de Almagro es el fruto obtenido de una variedad autóctona con unas características únicas, estando considerada por ello como la joya de esta comarca de la provincia de Ciudad Real. Se trata de un hortaliza, concretamente de la especie ‘Solanum Melongena’ var. ‘Dealmagro’ sana, limpia y entera sometida a un proceso tradicional de conserva heredado de nuestros antepasados.
Este ancestral proceso de conserva consiste en la cocción, aliño, fermentación y posterior envasado de este elemento único y repleto de sabor. La berenjena de Almagro “cruda” es sometida a un proceso de cocción durante un periodo de tiempo de 5-20 minutos para conseguir la textura y el color deseados.
Tras ello, durante un periodo comprendido entre 4 y 15 días, las berenjenas de Almagro son fermentadas con un aliño especial que le confiere su característico sabor ácido, preparándolas para la última fase de su elaboración. El particular aliño que otorga personalidad propia a la berenjena de Almagro está compuesto de vinagre, aceite vegetal, sal, comino, ajo, pimentón y agua.
Las berenjenas, tras el proceso de fermentación son envasadas en el mismo lugar de elaboración. Además, una vez envasadas se pueden comercializar de cuatro formas diferentes: aliñadas, embuchadas, con pimiento natural o pasta de pimiento, en cogollos y por último troceadas.
La Berenjena de Almagro es el único encurtido que goza de una figura de protección de alcance europeo gracias a esta IGP. Esta figura protege y preserva su especificidad y la calidad de sus producciones. Siendo una variedad vegetal única, las leyes autonómicas, españolas y europeas fomentan, mediante un específico programa de ayuda a los agricultores, que este producto tan singular no desaparezca del territorio manchego.

Berenjena de Almagro, un producto amparado por una IGP
Castilla-La Mancha posee una gran oferta agroalimentaria de calidad diferenciada, reconocida a través de las distintas Indicaciones Geográficas Protegidas. Durante los últimos años el número de Indicaciones Geográficas Protegidas ha crecido, resultado de todo el esfuerzo del sector. En concreto, en la actualidad Castilla-La Mancha cuenta con 8 IGP. Esta distinción nos indica que el producto es originario de una región, de un lugar determinado o de un país y que posee una cualidad determinada que pueda atribuirse a dicho origen geográfico.
Por tanto, una IGP ampara a un producto originario de un lugar determinado, una región o un país, que posea una cualidad determinada, una reputación u otra característica que pueda esencialmente atribuirse a su origen geográfico, y de cuyas fases de producción, al menos una tenga lugar en la zona geográfica definida. Este es el caso de la berenjena de Almagro, un producto con ADN propio y con una seña de identidad indiscutible.

Campo y Alma, la apuesta de Castilla-La Mancha por nuestros productos
Castilla-La Mancha cuenta con una magnífica materia prima y sobre todo tiene unos grandes profesionales que ponen el alma cada día en su trabajo, con el objetivo de conseguir que estos productos sean diferentes y que además transmitan una historia, la de muchos lugares de nuestra región. Campo y Alma ampara a estos excelentes productos que tienen un carácter y una calidad singulares, que basan gran parte de su éxito en el origen y en la manera de producirse, pero que además, forman parte del patrimonio cultural de nuestra tierra.
Campo y Alma es una marca de garantía que permite distinguir los productos agroalimentarios que se producen, elaboran o transforman en el territorio de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha y que están acogidos a una denominación de origen protegida o indicación geográfica protegida. Campo y Alma ayuda al consumidor a identificar los productos de calidad de Castilla-La Mancha.

Receta: Hummus con berenjena de Almagro y garbanzos
La cocina castellano-manchega nos destapa una tradición culinaria de origen rural unido a la tradición, a la calidad y variedad de sus materias primas que, con el trabajo de sus gentes, han logrado ponerse al nivel de los mejores del mundo. Un viaje gastronómico rico, casero, sabroso y lleno de historia que ha sabido adaptarse a lis tiempos actuales.
Así, la tradicional berenjena de Almagro podrá colarse con novedosas elaboraciones como uno de los aperitivos con los que poder sorprender a nuestros invitados esta Navidad. Concretamente, este típico encurtido dará un toque de sabor nuestras cenas y comidas en forma de hummus.
Para la elaboración de este hummus de Berenjena de Almagro y garbanzo necesitarás una Berenjena de Almagro, 3 cucharadas de tahini, 400 gramos de garbanzos cocidos, 2 cucharaditas de zumo de limón, una cucharadita de ralladura de limón, una pizca de comino, 125 mililitros de agua, 3 cucharadas de perejil picado, aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta y piñones.
Comenzaremos vertiendo los garbanzos cocidos, la berenjena de Almagro, el tahini, la ralladura de limón y el zumo en una picadora y trituraremos todos los ingredientes. Retiramos la mezcla y reservamos.
A continuación, colocamos varias rodajas de berenjenas de Almagro en la picadora. Echamos agua y trituramos hasta lograr una crema fina y posteriormente combinamos las dos mezclas en la picadora triturando ambas de nuevo.
Para finalizar, corregiremos la textura con agua y/o zumo de limón. A la hora de emplatar aderezaremos con aceite de oliva virgen extra, unos piñones y espolvorearemos un poco de perejil picado.
Un sorprendente aperitivo con la que apostar por los productos de nuestra tierra esta Navidad y una nueva y original forma de comer las típicas berenjenas de Almagro.

/Marta López/