Ajo morado de Las Pedroñeras, un ingrediente con personalidad propia para tus platos esta Navidad

Un producto que otorgará un sabor único a tus elaboraciones

Una de las cosas que caracteriza a la cocina manchega es su sabor. Un gusto único que otorga una impronta inimitable a estas elaboraciones y que se debe principalmente a los excelentes productos con los que cuenta esta tierra.

Ajo morado de Las Pedroñeras / Foto de archivo: Pixabay

IGP Ajo Morado de Las Pedroñeras

Castilla-La Mancha posee una gran oferta agroalimentaria de calidad diferenciada, reconocida a través de las distintas Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP). Durante los últimos años el número de estas distinciones ha crecido, resultado de todo el esfuerzo del sector. En concreto, actualmente Castilla-La Mancha cuenta con 8 IGP.

La IGO Ajo Morado de Las Pedroñeras tiene su centro principal de producción en el área delimitada por las localidades de Las Pedroñeras, La Alberca de Záncara, Mota del Cuervo, El Provencio, Santa María del Campo Rus y San Clemente, situadas en la provincia de Cuenca. Sin embargo, la zona de producción de amparada por esta IGP está integrada por 225 localidades pertenecientes a las comarcas naturales de La Mancha, Mancha, Mancha Alta, Mancha Baja, Manchuela, Centro, y  Alcarria Conquense, pertenecientes a las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo.

El bulbo o cabeza del Ajo Morado de Las Pedroñeras tiene forma esférica o redonda y tamaño medio, con túnicas externas que lo recubren de color blanco o poco tintado, con estrías. Las túnicas que protegen los dientes tienen un color magenta o morado característico que le otorgan su nombre. Los dientes son de tamaño pequeño/medio, con forma de media luna con carne de color blanco-amarillento.

Se trata de un producto único que presenta un fuerte aroma y un gusto sabroso y estimulante. Por este motivo, es muy apreciado en la cocina para potenciar los sabores de los platos por su alto contenido en alicina además de por su estupenda conservación.

Elemento indispensable en las elaboraciones del día a día de los castellano-manchegos, y por el que apuestan también en Navidad. El ajo morado de Las Pedroñeras otorga un toque inmejorable a muchos de los platos que se comparten en estos días tan señalados en los que no hay mejor excusa que juntarse a comer y a cenar para celebrar la vida. Y no hay mejor forma de hacerlo, además, apostando y valorando los productos de nuestra tierra que son el alma de muchos de los platos estrella de las fiestas navideñas.

Ajo morado de Las Pedroñeras / Foto de archivo: Pixabay

Campo y Alma, la esencia de Castilla-La Mancha 

Castilla-La Mancha cuenta con una magnífica materia prima y sobre todo tiene unos grandes profesionales que ponen el alma cada día en su trabajo, con el objetivo de conseguir que estos productos sean diferentes y que además transmitan una historia, la de muchos lugares de nuestra región. Campo y Alma ampara a estos excelentes productos que tienen un carácter y una calidad singulares, que basan gran parte de su éxito en el origen y en la manera de producirse, pero que además, forman parte del patrimonio cultural de nuestra tierra.

Campo y Alma es una marca de garantía que permite distinguir los productos agroalimentarios que se producen, elaboran o transforman en el territorio de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha y que están acogidos a una denominación de origen protegida o indicación geográfica protegida. Campo y Alma ayuda al consumidor a identificar los productos de calidad de Castilla-La Mancha.

Muestra de ello es que productos tan cotidianos como el ajo pueden ser los protagonistas de delicadas y cuidadas elaboraciones. Pero además, son la perfecta pareja de baile para el aderezo de otras muchas elaboraciones que no pueden faltar en las mesas de los albaceteños esta Navidad.

Ajo morado de Las Pedroñeras / Foto de archivo: Pixabay

Receta: Sopa fría de ajo morado de Las Pedroñeras

Si buscas sorprender a tus invitados esta Navidad lo puedes hacer con un sorprendente plato. Concretamente, podrás conquistar a los paladares más exigentes con una especial sopa fría de ajo morado de Las Pedroñeras, apostando por este producto de nuestra tierra también en estas fechas tan señaladas.

Para la elaboración de esta peculiar sopa necesitarás un pimiento rojo, un chorlito ibérico de ristra, una morcilla ibérica ahumada, 4 dientes de ajo morado de Las Pedroñeras, 2 decilitros de aceite de oliva virgen extra, 100 gramos de azúcar, cominos, sal, 150 gramos de perejil deshojado, 100 gramos de jamón serrano, 60 gramos de aceite de pimiento rojo, 100 gramos de pan de hogaza, perifollo, cebollino, 4 huevos, 350 gramos de caldo de pollo, y 2 decilitros de agua muy fría. Estas son las medidas necesarias para la elaboración de este plato por comensal.

Primeramente realizaremos el aceite de primero rojo, para el que será necesario licuar los pimientos rojos sin la parte blanca y poner con el azúcar hasta conseguir una quinta parte de la cantidad inicial. Aparte trocearemos el chorizo, la morcilla y las cabezas de ajo y las ponemos a confitar en aceite de oliva virgen extra; y bordeando éste, aceite de perejil. Una vez confitado, procederemos a juntar el jugo reducido con el aceite y emulsionaremos con una batidora hasta conseguir una textura homogénea. Posteriormente pondremos el punto de sal y comino.

Cena de Navidad / Foto: Pixabay

Para el jugo de perejil coloraremos dos dientes de ajo en la batidora a máxima potencia durante 5 minutos. Colaremos la elaboración y enfriaremos lo más rápidamente posible. Para la sopa procederemos a escaldar los huevos y retiraremos la clara, guardando sólo la yema. Concretamente, pondremos la llena del huevo en una copa de cóctel y la reservaremos.

Seguidamente calentaremos el caldo y lo aromatizaremos con una cabeza de ajo partida por la mitad y reservaremos para que se entibie. Partiremos rebanadas finas del pan de hogaza y las frotaremos con ajo, partiéndolas en tacos pequeños y las hornearemos a 180 grados durante 4 minutos para que tueste.

Trocearemos el jamón lo más finamente posible y lo freiremos en aceite de girasol, repitiendo también esta operación con el ajo hasta que esté dorado. Para al acabado y presentación de este original plan recuperamos la copa de cóctel con la yema y la cubriremos con el caldo tibio, reservando en el frigorífico para que cuaje la gelatina. Una vez cuajado pondremos en el centro un poco de aceite de pimiento rojo y a su alrededor el aceite de perejil. Proseguiremos agregando una pizca de ajo en polvo y de jamón picado y terminaremos poniendo tres trozos de pan tostado, el jamón el perifollo y la punta de cebollino. 

/Marta López/

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