El artista Rubén Pozo ha revelado su quinto álbum de estudio ’50town’, un proyecto producido por Ricky Faulkner y que reúne las 10 canciones «titulares» de entre el casi medio centenar que se ha quedado fuera a lo largo de los tres años en los que ha estado trabajando para darle forma.
Con un disco concebido para el directo y en el que reflexiona sobre su entrada a los 50 años, Rubén comienza ahora una nueva gira por España que contará más de 25 paradas y en la que aterrizará en Toledo y Albacete, comenzando por su parada de este sábado en el toledano Círculo de Arte y apuntando al 10 de abril para visitar la ciudad más poblada de la región.
El cantante se muestra totalmente en contra de la inmediatez en la música: «No creo que sacar contenido de baja calidad sea lo que haya que hacer». En una entrevista concedida a Europa Press, donde ha puesto en valor el trabajo realizado durante estos últimos tres años en los que se ha dedicado a dar conciertos, escribir y componer, asegura que mantiene la doctrina de sacar material «cuando hay algo que decir o algo que anunciar».
En este contexto, donde habla sobre su visión de la profesión, ha explicado qué significa el éxito para él en este momento de su carrera. «Que un día cualquiera me salga una canción», asegura, revelando que tener una banda de rock and roll es «la cosa más maravillosa que te puede pasar en la vida».
Sobre su trabajado sello personal a lo largo de los años, cita su canción ‘El puto amo’, en la que se copia a sí mismo. «Me sale más barato». Aun así declara que trata de «no ser esclavo» de su propio estilo, manteniendo intacto ese «entusiasmo» por crear nueva música que lo acompaña desde que comenzó a componer a los 16 años.
El pasado 18 de octubre daba comienzo en Gijón a su nueva gira ’50town’ en compañía de ‘Los Chicos de la Curva’, grupo con el que el artista siente que forman «una banda perfectamente cohesionada», de «formación clásica de toda la vida, dos guitarras, bajo, batería y cuatro voces». «Una banda de ensueño que defiende mis canciones mejor que yo, que tocan mejor que yo que cuando yo tengo un día de flaqueza ellos me tiran para adelante y la verdad que estoy encantado», señala.
Juntos se preparan para recorrer España durante los próximos meses, con su próxima parada en Toledo el 8 de noviembre, ciudad que, según confesó, es la que le produce «más mariposas en el estómago».
LA ENTRADA EN ’50TOWN’
Sobre su entrada en esta nueva década al cumplir el medio siglo, señala que a los 50 está como quiere estar, y más allá, está como le dejan. «Días mejor, días peor. Me tomo menos en serio a mí mismo que cuando tenía 20 años. Creo que la vida es efímera, pero bella en sí, disfrutable».
En cuanto a los recintos donde prefiere tocar actualmente, a Rubén parece no importarle el tipo de escenario, él solo quiere que sus canciones «echen a volar».
«Me da igual», admitió, «concierto grande, concierto pequeño, un garito, un festival, un estadio, un bar, una tasca, una plaza de una gran ciudad, una plaza de pueblo, me da igual. Para mí no hay escenario pequeño o demasiado grande. Me encanta subirme a las tablas y tocar mis canciones».
CASI 15 AÑOS DESDE ‘PEREZA’
Tras casi 15 años desde el fin del grupo, Rubén da su punto de vista en retrospectiva sobre la época de estrellato vivida con ‘Pereza’. «Vivimos una cosa muy bonita y muy chula, una década que es para comérsela de lo chula que es y las canciones que tengo en el repertorio de directo a día de hoy que son de mi época de ‘Pereza’, las toco porque todavía me gustan», reflexiona.
Y asegura que estas canciones siguen, y seguirán resonando en sus conciertos. «Toco una canción de ‘Pereza’ que se llama ‘Matar al cartero’ que dice –a tu lado perdí mi tiempo lo volvería a hacer de nuevo, para mí lo fácil es odiarte pero debo de estar haciéndome viejo–. Pues ese verso «debo estar haciéndome viejo» me encaja también ahora».
También mantiene sobre las tablas ‘Groupies’, «que no es algo que esté viviendo en el momento pero es un rock and roll divertido es una canción que tiene un punto muy cachondo y muy rockanrolero». Así, sigue tocando ‘Margot’ o ‘Mi rincón favorito de Madrid’, «canciones que me siguen gustando».
EL PANORAMA ACTUAL
Sobre cómo convive con el panorama actual de la industria musical, dominada en muchos casos por la inmediatez, se presenta un músico que tiene por bandera su directo y las canciones llenas de alma. Él lo tiene claro: «Lo del ‘streaming’, lo de que ahora todo va muy rápido, hace parecer que si no sacas algo cada semana no estás haciendo nada. Y eso es falso».
«Ahora salen muchísimas canciones, antes no tantas porque grabar era una cosa que te tenía que financiar un sello. No era fácil, tenías que pagar una grabación de estudio y no era algo barato. Ahora lo se puede hacer en tu casa con un ordenador, con un móvil. Y bueno, está bien, así todo el mundo puede, no sé, puede comunicar su arte y colgarlo en plataformas. Y no sé, hay más, claro. Entonces hay mucha oferta», añade.
En su opinión, un artista tiene que sacar cosas cuando aún cree que tiene algo bueno, y si para eso hay que esperar tres meses, se espera. «Yo no creo que nadie piense que si su grupo favorito no saca nada en dos semanas, esté acabado. Eso es algo que hemos empezado a decir todos, pero es mentira», afirma.
Por último, respecto a la presión que puede ejercerse desde fuera para publicar con más frecuencia, el artista le resta importancia. «Siempre hay presión. Desde los 90 con ‘Buenas Noches Rose’, con ‘Pereza’ ahora en solitario… siempre sacar un disco tiene su presión, pero tiene su alegría también. Un mix de alegría, nervios y atolondramiento».