El presidente de la Diputación de Albacete, Santi Cabañero, ha recibido este miércoles en el Palacio Provincial al nuevo Obispo de la Diócesis de Albacete, don Ángel Román Idígoras, en la que ha sido su primera reunión institucional formal tras el inicio de su ministerio pastoral en el territorio albacetense.
Ha sido un encuentro marcado por la cercanía, la cordialidad y el respeto mutuo, en el que también ha participado el vicepresidente de la institución, Fran Valera, y que ha servido para compartir impresiones, reflexiones e intenciones de colaboración en beneficio de la ciudadanía, especialmente, de las personas más desfavorecidas.
Cálida bienvenida y disposición plena para la colaboración
Durante la visita, Cabañero le ha hecho entrega de algunos obsequios institucionales, entre los que no han faltado aceite de la provincia, una navaja artesana grabada con el nombre de Ángel Román, y las ya emblemáticas zapatillas Joma personalizadas que la Diputación ha impulsado como símbolo de identidad y orgullo provincial “para llevar Albacete a cada paso”.
El presidente ha reiterado a don Ángel la bienvenida más cálida en nombre de la provincia y de la institución, expresándole la plena disposición de la Diputación a seguir colaborando estrechamente en aquellas cuestiones que puedan sumar por el bien común.
Un objetivo que se aborda, como han comentado, tanto en todo lo que tiene que ver con la justicia social, la atención a las personas vulnerables y la construcción de una sociedad más solidaria, como en la parte más pragmática con la que, por ejemplo, a través de los 350.000 euros de la Convocatoria de Ayudas impulsada por la Diputación para Rehabilitación de Patrimonio Histórico, continuar facilitando a los distintos ayuntamientos en colaboración con las parroquias de las localidades, a mejorar y arreglar desperfectos en iglesias o ermitas y avanzar en la recuperación de este tipo de patrimonio, clave en los pueblos.
Un perfil pastoral comprometido con la justicia social
Don Ángel Román, que tomó posesión como Obispo de Albacete el pasado 3 de mayo convirtiéndose en el séptimo titular de la Diócesis —que este año celebra su 75º aniversario—, ha demostrado desde su llegada un talante cercano, abierto y comprometido con la escucha, el diálogo y el trabajo compartido. Así lo viene evidenciando con gestos sencillos pero muy significativos, que reflejan su vocación de servicio y su apuesta por una Iglesia que se reconozca en la diversidad y en la vida cotidiana de las personas.
Con una trayectoria de más de tres décadas como sacerdote en la diócesis de Alcalá de Henares, donde ha desarrollado su labor en distintos ámbitos parroquiales y sociales —incluyendo el acompañamiento en el ámbito penitenciario, el compromiso con la sinodalidad o el trabajo en migraciones—, don Ángel ha llegado a Albacete con el sello de una visión humanista y una sensibilidad pastoral centrada en la inclusión y el acompañamiento.
Una sintonía con los valores y principios que también defiende la acción de la Diputación Provincial, desde donde, como ha subrayado Cabañero, “se comparte esa misma vocación de servicio a los demás, especialmente a quienes más lo necesitan, desde el respeto a las diferencias y el empeño común por construir una provincia más justa, cohesionada y fraterna”.
Ambas partes han coincidido en su voluntad de mantener canales fluidos de comunicación y de colaboración institucional, entendiendo que la cooperación leal entre lo civil y lo religioso puede ser clave para abordar muchos de los retos sociales que tiene por delante el territorio. Un compromiso compartido con la esperanza de que este camino que hoy comienza dé frutos en forma de bienestar, justicia y esperanza para la gente de Albacete.
